martes, 26 de abril de 2022

Días perdidos

 

¿Quién?, ¿dónde?, ¿cuándo? no ha llegado a la noche con la sensación de que tuvo un día perdido. De esos días en que vivimos sin vivir, estuvimos sin estar y pasamos sin ver.

A veces esas jornadas se suman, tal vez por ello Miguel d’Ors se preguntaba “¿(…) por qué razón tan poco razonable/ hay semanas que sólo tienen lunes...?” Y una vez ya en tren de cuestionamientos es difícil parar, como le aconteció en cierta oportunidad a Juan José Millás: “Me meto en la cama tarde, con la sensación de haber malgastado el día, quizá de haber malgastado la vida.”

Ahora bien, esta sensación de haber perdido el día (al decir de Andrés Trapiello “algunos días no pasan, sino que mueren”) ha sido referida por muy diversos autores. Cuenta Victoria Iglesias que la inscripción de una tarjeta en casa de Carmen Martín Gaite decía: “Hoy es tan tiempo como ayer. Mañana lloraré este día que no supe habitar. 2 de diciembre de 1972.”

Hay días que ponen en bandeja la posibilidad de convertirlos en perdidos; un ejemplo de ello lo da Andrés Trapiello: “¿Qué podemos pedirle al dos de enero, acaso una de las fechas más anodinas del calendario?” Otras jornadas, por el contrario, parecen venir con todo para convertirse en momentos propicios, pero…; el mismo Trapiello se refiere a ello cuando sostiene que “hay mañanas en que la vida nos parece como una ópera: buena música para un libreto mediocre.” Wislawa Szymborska no queda fuera de este cuestionamiento existencial:

Ayer me porté mal con el cosmos.

Viví todo el día sin preguntar nada

sin sorprenderme de nada.

Realicé acciones cotidianas

como si fuera lo único que tenía que hacer.

En fin, tal vez sea por acostumbramiento, por burocratización de la propia existencia o por sentir que tenemos muchos días por delante y que con perder algunos no pasa nada o…, pero la cuestión es que como dice el pintor Pepe Cerdá -citado por Ismael Grasa- “un día es una cosa muy seria”.

Finalmente, Mario Levrero también se vio afectado por la situación que venimos considerando: “Son casi las seis de la mañana. Está amaneciendo, o ya amaneció. El día estuvo lluvioso, un verdadero asco. No salí a la calle. Puede decirse que fue un día perdido (…)”

Pero esto del día perdido seguramente tiene que ver con la noción de que el tiempo es oro por lo que hay que orientarlo hacia el éxito y el triunfo, ello da fundamento para que el mismo Levrero se cuestione -y nos cuestione- al respecto: “(…) pero todavía estoy por saber qué es un día ganado”.

martes, 19 de abril de 2022

Los adultos debemos hacernos cargo

 

Frente a tantas situaciones de violencia, injusticia, desigualdad, marginación, corrupción, inequidad, abandono, falta de oportunidades, descuido de la salud, carencias en educación y un largo etcétera que se presentan en nuestro mundo, los adultos deberíamos solicitar e implorar públicamente el perdón por parte de niñas, niños y adolescentes, apelando a su grandeza y comprensión (cualidades ausentes en nosotros).

Claro que no todos tenemos el mismo grado de responsabilidad o culpa en el actual estado de la sociedad, pero nadie queda fuera de ello porque al decir de Luis Pérez Aguirre “(...) los coetáneos debemos comenzar reconociendo que al menos una parte de nosotros ha sido, si no causa, sí al menos condición de posibilidad de la catástrofe. Y tendremos que pedir perdón a la generación que viene.”

David Grossman -citado por Laura Freixas- asume su parte

Les pido perdón, niños, por no haber conseguido crear una realidad mejor para ustedes. Es evidente que la guerra ya no tiene sentido, todo el mundo lo sabe tanto en Israel como en Gaza, pero es imposible parar. Es más fácil hacer la guerra que la paz.

Por supuesto que no basta con ello.

Ese reconocimiento sería tan solo una pequeña parte en el enorme compromiso que tenemos por cambiar el curso de esta historia.

domingo, 17 de abril de 2022

En búsqueda de un lugar: se agradece difundir

 

Proyección

 

Desde hace varios años he venido trabajando en una serie de programas para los cuales llegó el momento de buscar una sede, un lugar, un espacio.

 

Como afirma el dicho: no hay tiempo que no se cumpla por lo que es la hora de hacer el intento de pasar a otra etapa.

 

Es por ello que estoy en búsqueda de un lugar adecuado donde

  • instalar mi biblioteca y centro documental;
  • brindar asesoría personal a quienes estén trabajando o quieran iniciar un proyecto;
  • llevar a cabo cursos, talleres y pláticas.

 

También contemplo la opción de brindar estos servicios en diversas sedes, tanto en forma presencial como virtual.

 

Entiendo que existe una amplia gama de posibilidades en donde llevar a cabo estas propuestas:

 

-       pueblo o municipio lector

-       universidades

-       programa de docentes lectores a nivel federal o estatal

-       diversos centros de formación

-       programas comunitarios

-       financiamiento por parte de alguna fundación

-       emisoras de radio (para apoyar contenidos de su programación)

-      

 

Las condiciones económicas se estudiarían de acuerdo a las diversas opciones.

 

Transcurrido un plazo prudencial también existe la opción de vender la biblioteca en forma íntegra o bien por títulos.


¿Qué es lo que ofrezco?

A lo largo de muchos años he visitado librerías de viejo en diversas ciudades de México (así como en Uruguay y Argentina) en busca de libros sobre muy diversos temas: desarrollo personal, educación, gastronomía, fútbol, política, arte, personajes, lugares, moda, nota roja, bohemia, biografías, etc.

La adquisición de textos ha estado dirigida a una amplia miscelánea temática y gracias a ello he logrado reunir un acervo peculiar que podría definir como Biblioteca para lectores dispersos.

La selección se integra con libros que ya tienen sus años, así como con títulos de ediciones recientes.

El fondo bibliográfico consta de aproximadamente 4.000 volúmenes (no están catalogados) que corresponden en forma casi exclusiva al género de ensayo, abundan los que tienen que ver con temas de educación y desarrollo personal.

 

Es así como he conformado un programa que comprende tres instancias:

 

  1. una biblioteca que pueda servir en tanto apoyo a quienes estén trabajando en una amplia variedad de temas, así como a aquellos que estén en búsqueda de algo que pudiera ser de su interés. Pienso en jóvenes motivados en explorar algún área particular; adultos que desean escribir un ensayo acerca de temas que consideran relevantes; guionistas que procuran enriquecer un proyecto creativo en proceso; o en aquellos que simplemente disfrutan de la lectura

 

  1. un “Almacén de anécdotas, citas y afines” que cuenta con más de 800 artículos, 1.500 bases de temáticas y aproximadamente 10.000 anécdotas breves y citas que pueden apoyar a quienes lo requieran. En relación a esto -y en el caso de contar con los recursos necesarios imprescindibles para un programa de tales dimensiones- sería posible organizar un fondo de apoyo temático para educadores, quienes de esta manera podrían contar con un conjunto de textos breves motivadores para el desarrollo de sus cursos

 

  1. cursos y talleres

 

3.1 Mirar-nos con ojos ajenos. Una invitación al análisis y la reflexión a partir de pedacitos de historia

El propósito general de este programa (que inició en junio de 2020 y lleva aproximadamente 100 reuniones realizadas) reside en presentar reflexiones, sucesos e historias (del acontecer nacional e internacional; del pasado y del presente) que ameritan hacer una pausa en el camino. Afirma el dicho: “pasar sin ver”, pues bien, la invitación aquí va en sentido contrario: reivindicar no sólo el derecho sino también la necesidad de mantener despierta la capacidad de asombro, así como en buen estado la de respuesta.

La importancia de la narrativa en la construcción de la propia vida (que también constituye un relato) es determinante; de ahí que recurramos a ella.

Retomamos las huellas de notables escritores, artistas y cronistas quienes con sus análisis y testimonios proponen diversas maneras de comprender las realidades.

Un espacio para asomarnos a otras vidas, visitar diferentes tiempos. Vamos detrás de situaciones que por un lado u otro tienden un puente entre lo remoto y lo cercano; entre lo ajeno y lo propio. No se trata de rehuir de los temas de actualidad, pero tampoco considerarlos como los únicos merecedores de nuestra atención.

Este acto de magia es posible gracias a escritores que, en su calidad de artesanos de la palabra, nos ofrecen su trabajo. Cabe señalar que nuestra labor únicamente se limita a seleccionar textos que ojalá y sean de su agrado.

Transitamos entre diferentes saberes: historia, literatura, filosofía, psicología, educación, comunicación, etc., ya que hemos reunido gran variedad de acontecimientos entre los que hay –como dice el tamalero- de chile, de dulce y de manteca. Vamos hacia donde la vida nos tiene reservados mensajes a descubrir.

Las reuniones son semanales con una duración de una hora a la semana en la plataforma zoom. No hay secuencia temática entre una y otra sesión. De allí que este foro está abierto tanto a los asistentes permanentes como a aquellos que decidan aparecerse de vez en cuando.

 

 

 

 

3.2 Leer para vivir. Compartiendo el gusto por la lectura

 

Hay libros para todos los gustos: aventuras, urbanismo, jardinería, suspenso, amor (algunas de las cuales “terminan bien” y otras no tanto), política, cocina, historia, arte, religión, economía, etc. Ciertas lecturas tienen que ver con el pasado, otras con el presente y también las hay que se refieren al futuro. Existen libros que tratan de países y continentes, tanto como acerca de una sola persona. Hay libros para casi todos los bolsillos: desde muy caros (por su contenido, excelencia en la edición o escasez en el mercado) hasta muy baratos (en ocasiones, regalados). Existen librerías de nuevos y de viejos.

Hay libros excelentes y también muy malos (en algunas circunstancias el juicio a ese respecto es casi unánime, en otras las opiniones son disímiles). Hay textos que militan por la paz y el encuentro; otros que propagan guerras y discriminación. Es por ello que el lector debe estar en alerta; Giovanni Papini recomendaba defenderse, leer a mano armada (con un buen lápiz) para ir marcando diversas señales de advertencia. Todo lector de alguna manera es escritor del libro que lee.

Es posible leer en: la escuela, la playa, la cama, el baño, el metro, el pesero…, hasta en el gimnasio (donde es factible fortalecer simultáneamente el físico y la inteligencia). Hay quienes prestan libros, así como también están aquellos que jamás los devuelven.

Se trata de un espacio para asomarnos a otras vidas (tanto de personas como de personajes), visitar diferentes tiempos, reflexionar acerca de los sentidos de la existencia. Haremos nuestras las palabras de Umberto Eco cuando afirma que le dan lástima aquellas personas que sabiendo leer no lo hacen, dado que están condenadas a vivir una sola vida: la suya.

Un recorrido por diversos lugares y situaciones permite subrayar el valor primordial de la lectura en tanto actividad estética, reflexiva, lúdica, etc. Nos permitimos cuestionar el lugar común -tan reiterado- que la lectura es aburrida y consideraremos situaciones en que la lectura se convirtió en artículo de primera necesidad.

El gusto por la lectura no se impone, se contagia.

Por todo esto y por mucho más, es importante leer. Leer para vivir.

 

 

Este curso tiene dos variantes al estar dirigido a:

a)    público en general

b)    interesados en formarse como Promotores de Lectura que colaboren en diferentes instancias comunitarias

De acuerdo con las diversas modalidades se contaría con compilaciones documentales a manera de apoyo formativo.

 

 

 

 

Datos de contacto:

Tel. (+52) 5541262798

gemendive@yahoo.com.mx

martes, 12 de abril de 2022

Clichés en la medicina

 

Antes de entrar en cuestión quiero aclarar que mucho es mi agradecimiento -en particular en estos días por motivos que no vienen al caso- a la medicina y especialmente a algunos médicos y personal técnico.

Ahora bien, entiendo que en muchos momentos hay un desencuentro entre el deseo de saber de los pacientes y la capacidad de respuesta de los médicos, ya que la medicina (como otras áreas del saber) aún con sus grandes avances, no deja de ser una ciencia de aproximación.

Así las cosas, el desencuentro es más que comprensible: inevitable.

Pero hay quienes se llevan mal con la incertidumbre y el desconocimiento, por lo que ciertos galenos -en una suerte de autoengaño- consideran ser poseedores de todas las respuestas, y dan por certeras algunas de sus aseveraciones que tienen mucho de cliché.

Esta sensación de expresiones que lo dicen todo y afirman nada, se ponen de manifiesto por ejemplo bajo la forma de: “lo que usted tiene es psicosomático”, “se trata de un virus que está en el ambiente”, etc. Esta simple sospecha de paciente se vio fortalecida al dar con el siguiente texto:

Es un cliché de la literatura médica (…) decir que hay "factores tanto psicológicos como orgánicos que interactúan para producir los síntomas". Pero afirmaciones como la anterior, casi de libro de texto, no nos explican nada y satisfacen solamente a los complacientes o a quienes no desean pensar; puesto que es evidente que el nudo de la cuestión es, precisamente, saber con exactitud cómo se relacionan entre sí los factores psicológicos y los orgánicos o fisiológicos, cómo se ensamblan entre sí para producir el efecto observado.

Finalmente cabe aclarar que el autor de estas líneas es Francisco González Crussí, destacado médico mexicano con reconocimiento internacional quien sabe, ¡y mucho!, de lo que escribe.

lunes, 4 de abril de 2022

Azafrán

 

De los remotos tiempos de mi infancia llegan el sabor, aroma y color del azafrán. Cuando en casa se servía arroz con azafrán venía acompañado con la habitual polémica de si era auténtico o una mala falsificación. Casi siempre el consenso iba hacia ésta última posibilidad.

¿Cómo olvidar el pequeño recipiente -especie de dedal- de color amarillo y rojo que lo contenía?

Desde entonces me he encontrado con ese plato en pocas ocasiones. Y siempre para mis adentros emito juicio: falsificación. Ocupa un lugar muy especial entre mis sabores perdidos.

Hace algún tiempo encontré una nota de Elaine Sciolino que da cuenta de algunas características de su cultivo.

El azafrán, una planta medicinal antigua y la más cara de las especias, siempre ha tenido un poder mágico y adictivo (…)

En Irán, que produce más del 80 por ciento de las 225 toneladas producidas a nivel mundial cada año, el azafrán es omnipresente (…)

A menudo se dice que el azafrán vale su peso en oro porque es muy laborioso cultivarlo y cosecharlo. Cada otoño, brota la flor crocus sativus. En ese momento, los productores de azafrán cortan las flores y desprenden cuidadosamente el estigma de tres filamentos rojo brillante de cada flor y lo dejan secar. Se necesita unas 150 mil flores para producir un kilo de azafrán.

Este polvo precioso ha generado una actividad comercial plagada del tipo de engaños típicos del tráfico de joyas o drogas ilícitas: sustitutos baratos, embarques rebajados y etiquetas falsas. Hoy en día, se libra una batalla por el futuro del “oro de la cocina”. (…)

En Europa el precio minorista puede dispararse a 20 mil euros el kilo.

Como que ahora todo queda más claro.

Y claro que entra a jugar el revisionismo histórico: casi seguro que los auténticos del pasado fueron simplemente mejores falsificaciones, pero sabido es que la niñez hace milagros.