jueves, 25 de agosto de 2016

Escritores por delegación

Una de las máximas de quienes se dedican a temas de gestión es que hay que saber delegar. Algunos escritores parecen ser expertos en el tema tal como lo señala Verónica Murguía.

No me puedo explicar el fenómeno: una cosa es ser prolífico, y otra escribir dos novelas en seis meses. (…)
El misterio de la velocidad de realización me intriga, a pesar de que en el mundo editorial estadunidense hay escándalos muy divertidos que tienen que ver con el plagio, con los ghost writers o negros, como se les llama en español a los escritores detrás de un nombre, y con los equipos de producción –porque escribir es una labor distinta a redactar nada más. Me imagino estas empresas como oficinas llenas de personas sudando frente a una computadora desarrollando los capítulos que les tocan, afinando los detalles, y pergeñando tramas insulsas.

De acuerdo con Murguía “el negro no es un invento reciente” y se refiere al caso de Alejandro Dumas. “Se dice que Alejandro Dumas, a quien amo, tenía uno, y que cuando se murió lo lamentó mucho, porque a él ya no se le ocurrían historias buenas. Dice la leyenda que ese negro talentosísimo tenía a su vez otro negro, que era el verdadero autor de las novelas. Y claro, también se murió.” A la misma situación alude Noel Clarasó

Sabido es que Dumas padre tenía un equipo de “negros” que le escribían las novelas. Él recogía los datos, trazaba el esquema y el guión de la novela y sus “negros” la escribían. Sólo así pudo componer tanto en tan poco tiempo. Se cuenta que un día los dos Dumas se encontraron y el padre preguntó al hijo:
-¿Has leído, hijo mío, mi última novela? y el hijo contestó al padre:
-No, padre mío. ¿Y tú?

Hace poco nos referíamos al alumno que examinado por Gabriel Zaid no tuvo más remedio que confesar no haber leído “personalmente” al autor que citaba en un examen oral; pues parece que también existen quienes no escriben “personalmente”.

Ahora bien, es necesario aclarar que no todos los autores que han requerido –y requieren- del trabajo de “negros” llegan al nivel de Alejandro Dumas padre. Pero eso ya es tema de especialistas.

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