martes, 3 de noviembre de 2015

Que por falta de excusas no quede


Armando Jiménez, reconocido cronista de su tiempo, fue autor de varios libros entre los que destaca el de “Picardía mexicana” que tuvo muchas reediciones. Profundo conocedor de la vida nocturna de la ciudad de México y poseedor de un humor muy peculiar.

Es posible que inspirado por las dificultades y enojos que pudo haber sufrido en algún trámite burocrático, decidió difundir la “Lista de disculpas” que encontró en una oficina pública. Encabezó la misma con la siguiente sentencia: “Desde que se inventaron las disculpas, se acabaron los pendejos”.  

Lista de disculpas
1.    No sabía que urgía
2.    Se me olvidó
3.    Aguardaba yo a que regresara mi jefe para consultarle
4.    Pensé que eso no correspondía a mi departamento
5.    Siempre se ha hecho así
6.    Nadie me ordenó que lo hiciera
7.    No creía que era tan importante
8.    Estaba esperando la autorización
9.    Ya en este momento lo iba a comenzar
10. Tengo tanto trabajo que no he podido acabarlo
11.  Yo suponía que otro era el encargado de realizarlo
12.  Se murió mi abuelita
13.  Llegué tarde porque a mi coche se le jodió una llanta.
Para ahorrar tiempo se suplica dar las disculpas por número.

Aun cuando los años han pasado, muchas de estas excusas mantienen su plena vigencia.

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