martes, 5 de enero de 2016

Anillos


Usar anillo es una costumbre clásica que se ha impuesto al tiempo así como al espacio pero su significación cambia en las diversas culturas. Algunos son exclusivamente ornamentales al cumplir una función de adorno. También están los que tienen otras connotaciones al poner de manifiesto un compromiso religioso, dejando en claro diferentes responsabilidades y jerarquías; Luis Melnik ilustra el punto
 

El dedo índice es considerado en algunos países símbolo del Espíritu Santo, por lo que los sacerdotes solían usar un anillo en ese dedo como muestra de su tarea espiritual. Los anillos episcopales usados por los cardenales y obispos son de oro con una piedra (zafiro los cardenales y amatista los obispos) y se llevan en el tercer dedo de la mano derecha. El Papa usa un anillo similar, usualmente con una esmeralda o rubí. Un anillo simple de oro es usado por las monjas.   
 

Por otra parte, el uso del anillo de bodas es habitual en los países cristianos y de acuerdo con Melnik la costumbre se habría originado en una tradición romana relacionada con ofrecer seguridades o garantías.
 

Así hay quienes cuando incumplen momentáneamente sus promesas matrimoniales se quitan el anillo a modo de ocultar su compromiso o buscando anestesiar su mala conciencia.
 

Ahora que si la ruptura matrimonial es definitiva, algunos se limitan a quitarse el anillo, sea que lo guarden, regalen o vendan. Pero parece que para otros, con esto no alcanza y requieren de un acto simbólico que cierre ese ciclo. Seguramente en ellos pensaron quienes ofrecen el servicio del que da cuenta una nota periodística.
                                               

Podría ser como enterrar literalmente el pasado. O al menos eso propone una divorciada neoyorquina que creó un ataúd en miniatura para que descansen en paz los anillos de boda tras un matrimonio fracasado. “Dele a un matrimonio muerto su lugar de descanso final adecuado”, reza el sitio web de la compañía (weddingringcoffin.com), que ofrece los pequeños féretros. “El Wedding Ring Coffin (ataúd para anillos de boda) es el regalo perfecto para usted o para una persona querida para poner punto final tras un divorcio. Es hora de enterrar el pasado y avanzar hacia un nuevo mañana”, asegura. El pequeño ataúd de madera, de 15x5 centímetros, está forrado de terciopelo negro para recibir los anillos y se puede optar por una de seis placas de bronce con mensajes como “¡No acepto!”, “R.I.P.” o “Descansa en paz”, y cuesta 30 dólares. “Es una manera de admitir la muerte de un matrimonio y cerrar física y simbólicamente ese capítulo de tu vida”, contó Jill Testa, detrás de la idea, al New York Post.

Y no faltan aquellos que, habiendo celebrado en el pasado (remoto o reciente) su matrimonio, cuando concluyen los trámites de su divorcio organizan una fiesta para compartir con sus seres queridos la felicidad por el final de esa etapa de su vida.

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