martes, 6 de diciembre de 2016

Para "que nadie hinche o incremente tanto su libertad"


En otros momentos nos hemos referimos a los Bandos de Enrique Tierno Galván en su calidad de Alcalde de la ciudad de Madrid (http://habladuriacronicasdelocotidiano.blogspot.mx/2016/10/los-bandos-de-enrique-tierno-galvan.html). En esta ocasión citaremos otro de sus célebres Bandos que con fecha 16 de noviembre de 1982 sostiene que la libertad debe ser un bien común que resista los intentos de quienes procuran apropiarse de ella.
El Alcalde Presidente del Excelentísimo Ayuntamiento de Madrid.
Madrileños:
Mucho cuenta, tras de considerar la experiencia de los Bandos o pregones que a éste precedieron, que al inicio pongamos cuál sea la principal regla de ciudadanía para que con gran cuidado se cumpla, de tal manera que con el uso se sustente y no se olvide o descaezca como con tanta frecuencia ocurre.
Dice la aludida regla que nadie hinche o incremente tanto su libertad que dañe o merme la del otro. Principio que debiéramos todos guardar con sumo celo, pues de la libertad hemos de gozar proporcionadamente para que sea bien común y no de algunos que buscan hacer particular provecho de lo que por natural razón a todos pertenece.
Hay en esta Villa gentes de honesta condición que, lejos de entorpecer la vida en compañía, ayudan a que sea muy concorde y tranquila, cumpliendo como deben las Ordenanzas, Bandos y circunstanciales advertencias de quienes el Concejo gobiernan. Pero otras hay que, como suele decirse, buscan quedarse con la pulpa y el hollejo, y ni cumplen órdenes, ni obedecen Bandos, ni atienden a las prudentes advertencias, con grande desmerecimiento de lo que a los demás y a nosotros mismos debemos, sin considerar que el daño ha de ser para todos, aunque de momento tan sólo sean los honrados y cumplidores vecinos los que sufran y de su reposo pierdan.
Hecha esta introducción, el Bando se detiene en el abuso en que incurren algunos automovilistas al ocupar espacios no autorizados.
Viene muy a propósito todo cuanto antecede si consideramos el descuido, si no malicia, con que muchos vecinos dejan coches y carricoches en el lugar que mejor  les peta, sin mirar si es recodo, rincón, esquina o entrada de zaguán, con razón prohibidos por el Concejo, para proveer con más acierto el apacible transcurrir de los viandantes y a la mayor holgura para la colocación y permanencia de los carruajes.
Adviértese también por el presente Bando que algunas calles y plazas de la parte más antigua de Madrid, que llaman de los Austrias, se están convirtiendo en plazas y calles de sólo andar, que en tiempos de incuria y atrevimiento dieron en llamar peatonales, para que sin perjuicio de hacer más fácil el tránsito de quienes  por ellas discurren, los vecinos huelguen y en honesta ociosidad disfruten de tertulias, corros y mentideros a los que tan aficionados son los moradores de esta Villa.
Apercíbese también por el presente Bando al vecindario de esta ilustre Corte y Villa que por la aplicación de la sagaz industria de la grúa, que permite transportar un coche a cuestas de otro, ingenioso método que los madrileños odian, se retirarán de la vía pública, con implacable rigor, cuantos medios mecánicos de traslación y transporte estorben el ordenado transcurrir de los discretos vecinos  de esta ciudad por sus calles.
Asimismo ruega el Alcalde regidor a los moradores de esta Villa, con mucho encarecimiento y amor, que no dejen que decline y se pierda el buen propósito de hacer de nuestra ciudad modelo de limpieza, orden y apacible convivir, como el recto juicio, avisada condición, buena crianza y cultivada inteligencia de sus vecinos de consuno piden.
Como la existencia de quienes procuran hinchar su libertad en desmedro de la de los demás no se limita a Madrid, nos permitimos evocar este Bando de don Enrique Tierno Galván dirigido a quien corresponda.

No hay comentarios: