martes, 2 de mayo de 2017

La venganza de Moctezuma


En un artículo de hace algunos años en este mismo espacio nos hemos referido al tema de la presencia del chile en la cocina mexicana (http://habladuriacronicasdelocotidiano.blogspot.mx/2013/08/presencia-del-chile-en-la-cultura.html). En aquella ocasión señalábamos que el extranjero que considere que de parte del mesero puede recibir una orientación sensata y objetiva en relación a esta cuestión, está perdido ya que al preguntar si cierto plato pica, recibirá por toda respuesta un contundente: ¡no! Al respecto dice Juan Villoro: “No conozco al mesero capaz de advertirle al comensal que la boca se le va a incendiar. Se considera traición a la patria reconocer la misión esencial de un chile de árbol o chipotle, que consiste en sacar intensas gotas de sudor en la coronilla del afectado.”

Y después vienen las sorpresas porque el consumo de picante -así como tomar agua de la llave e ingerir alimentos en malas condiciones- suele desencadenar efectos colaterales que pudieran ser interpretados como una extraña reivindicación histórica. Continúa Villoro

Cuesta trabajo hablar con estilo de estas cuestiones, pero la vida en compañía del chile está acompañada de toda clase de aventuras gastrointestinales, a tal grado que hemos hecho de la diarrea una forma del patriotismo. Cuando el indigesto visitante pasa sus vacaciones en el excusado, decimos con vindicativo orgullo que fue víctima de la “revancha de Moctezuma”. En otras palabras: nos conquistaron pero hemos encontrado una manera rencorosa de entrar a las entrañas de los extranjeros.

Ante este inminente peligro las guías de viaje se sienten en la obligación de prevenir al turista. Un ejemplo de ello está dado por La guía Fodor’s. México (Madrid, El País-Aguilar, 1993) que en la p. 44 puntualiza con cierta dosis de humor:

Consejos sanitarios
Los principales riesgos para la salud que entraña el viaje a México son la venganza de Moctezuma, la contaminación atmosférica de la capital mexicana y la posibilidad de contraer el paludismo o el dengue si se sale de los itinerarios habituales.
Venganza de Moctezuma
Muchos viajeros son afectados por un trastorno intestinal conocido irónicamente como venganza de Moctezuma (en referencia al rey azteca que sufrió en Tenochtitlán la codicia de Hernán Cortés) o pasodoble azteca, consecuencia de ingerir alimentos en mal estado o agua sin depurar. Sus síntomas son inequívocos: dolores estomacales, fiebres, retortijones y, cómo no, malestar general. En resumidas cuentas, las bacterias de los viajeros son relegadas por las bacterias autóctonas.
Éstas son algunas formas de prevenirla: lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño, rechazar la comida de los vendedores ambulantes, beber agua depurada (el agua de grifo en México no es potable salvo algunas excepciones) y no consumir vegetales crudos (trate de adivinar con qué agua han lavado la lechuga que se está comiendo).

Es posible observar que en la descripción del cuadro en ningún momento se habla específicamente de diarrea. ¿Resabios del viejo Manual de Carreño? Y como uno aprende algo todos los días aquí venimos a descubrir que la venganza de Moctezuma también es conocida como pasodoble azteca.

Por último, y en otro orden de cosas, ¡qué tiempos aquellos! en que la guía nada decía acerca de la inseguridad…


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