Al escuchar y leer muchas opiniones (sin exceptuar las
propias) no deja de admirar la vigencia de Montaigne, quien nos habla recio
desde el siglo XVI. El tema que hoy nos ocupa es el de la ignorancia y el
célebre ensayista –citado por Josep Maria Esquirol- afirma
(…) hay una ignorancia rudimentaria, que precede a la
ciencia, y otra doctoral, que sigue a la ciencia –ignorancia que la ciencia
produce y engendra, de igual manera que deshace y destruye la primera-.
Retomando esta línea de pensamiento, Esquirol
caracteriza a la ignorancia sabia como el “darse cuenta de que no sabemos nada
de lo más importante”. Es por ello que para Montaigne –de acuerdo con Josep
Maria Esquirol- “lo peor y lo más pernicioso es el sector intermedio, formado
por los que creen haber superado la primer ignorancia y, sin embargo, no han
llegado a la segunda; se trata de personas petulantes y dogmáticas (esto
segundo, sin saberlo).” Llegado a este punto, Esquirol cita directamente a
Montaigne
(…) Los mestizos, que han desdeñado la primera
posición, la ignorancia de las letras, y no han podido alcanzar la otra –el
culo entre dos sillas, entre los cuales estoy yo y tantos más-, son peligrosos,
ineptos, importunos. Son éstos los que turban el mundo. Por eso, por mi parte
retrocedo en la medida de mis fuerzas a la primera y natural posición, de donde
en vano he intentado salir.
Una vez más queda de manifiesto que Montaigne es uno
de esos selectos autores a los que es recomendable volver con frecuencia.
1 comentario:
Mas que la ignorancia pesa la necedad de defender argumentos insostenibles o la terquedad de manejar reiteradamente una falsedd para transformarla en verdad.
En todo esto, es estúpidamente eficaz que se mantengan en posiciones de poder cuando convergen ignorancia y poder, propio o de otros.
saludos
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