martes, 26 de junio de 2018

El lenguaje de los ojos


Que los ojos y la mirada expresan la esencia de la persona está fuera de duda. Allí descubrimos amor y distancia; entusiasmo y depresión; alegría y tristeza; asombro y aburrimiento. Con solo mirarnos quienes nos conocen saben que algo sucede y por ello preguntan: ¿qué te pasa? Isaac Bashevis Singer se refiere al punto. “En alguna parte había leído que el alma asoma por los ojos, y me desconcertaba comprobar cuánta verdad encerraban estas palabras. Había ojos bobos, ojos inteligentes, ojos astutos, ojos llenos de bondad y ojos llenos de maldad, ojos que expresaban alegría y ojos cargados de tristeza.” En síntesis –concluye- “todos ellos transmitían historias que era incapaz de expresar con palabras”.

Por otra parte en tiempos recientes –y debido a grandes luchas que lograron cambios significativos- las mujeres han dado pasos muy importantes en cuanto al reconocimiento de sus derechos (esto no quita que aún hay mucho camino por andar). En el pasado las cosas fueron diferentes ya que sus movimientos eran rigurosamente vigilados, lo que comprometía seriamente el ejercicio de sus libertades. Comenta Javier Sanz que en muchas ocasiones “las mujeres en edad casadera iban acompañadas por sus madres, sirvientas u otros miembros de su familia que impedían la libre comunicación entre las parejas”. Así las cosas tuvieron que recurrir a formas alternativas de comunicación y coqueteo para lo que se valieron de abanicos y lunares postizos. El lenguaje con los ojos fue otra alternativa y Javier Sanz enuncia parte de ese código.

Las claves de aquel lenguaje las publicó en 1891 el periódico Taranaki Herald de New Plymouth (Nueva Zelanda) bajo el título Eye Flirtation:

Guiñar el ojo derecho – Te quiero
Guiñar el ojo izquierdo – Te odio.
Guiñar ambos ojos – Sí
Guiñar ambos ojos a la vez -Nos observan.
Guiñar el ojo derecho dos veces – Estoy comprometido.
Guiñar el ojo izquierdo dos veces -Estoy casado.
Bajar los párpados- ¿Puedo besarte?
Levantar las cejas – Bésame.
Cerrar el ojo izquierdo lentamente – Prueba y ámame.
Cerrar el ojo derecho lentamente – Eres bonita.
Colocar el índice derecho sobre el ojo derecho –  ¿Me amas?
Colocar el índice derecho sobre el ojo izquierdo – Eres guapo
Colocar el meñique derecho sobre el ojo derecho – ¿Estás avergonzado?


¡Qué lejos en algunos aspectos y qué cerca en otros nos encontramos de aquellos entonces!

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