Que los
ojos y la mirada expresan la esencia de la persona está fuera de duda. Allí
descubrimos amor y distancia; entusiasmo y depresión; alegría y tristeza;
asombro y aburrimiento. Con solo mirarnos quienes nos conocen saben que algo
sucede y por ello preguntan: ¿qué te pasa? Isaac Bashevis Singer se refiere al
punto. “En alguna parte había leído que el alma asoma por los ojos, y me
desconcertaba comprobar cuánta verdad encerraban estas palabras. Había ojos
bobos, ojos inteligentes, ojos astutos, ojos llenos de bondad y ojos llenos de
maldad, ojos que expresaban alegría y ojos cargados de tristeza.” En síntesis –concluye-
“todos ellos transmitían historias que era incapaz de expresar con palabras”.
Por
otra parte en tiempos recientes –y debido a grandes luchas que lograron cambios
significativos- las mujeres han dado pasos muy importantes en cuanto al
reconocimiento de sus derechos (esto no quita que aún hay mucho camino por
andar). En el pasado las cosas fueron diferentes ya que sus movimientos eran
rigurosamente vigilados, lo que comprometía seriamente el ejercicio de sus
libertades. Comenta Javier Sanz que en muchas ocasiones “las mujeres en edad casadera iban acompañadas por sus madres, sirvientas u
otros miembros de su familia que impedían la libre comunicación entre las
parejas”. Así las cosas tuvieron que recurrir a formas alternativas
de comunicación y coqueteo para lo que se valieron de abanicos y lunares
postizos. El lenguaje con los ojos fue otra alternativa y Javier Sanz enuncia parte
de ese código.
Las claves de
aquel lenguaje las publicó en 1891 el periódico Taranaki Herald de New Plymouth (Nueva Zelanda) bajo el título Eye Flirtation:
Guiñar el ojo
derecho – Te quiero
Guiñar el ojo
izquierdo – Te odio.
Guiñar ambos
ojos – Sí
Guiñar ambos
ojos a la vez -Nos observan.
Guiñar el ojo
derecho dos veces – Estoy comprometido.
Guiñar el ojo
izquierdo dos veces -Estoy casado.
Bajar los
párpados- ¿Puedo besarte?
Levantar las
cejas – Bésame.
Cerrar el ojo
izquierdo lentamente – Prueba y ámame.
Cerrar el ojo
derecho lentamente – Eres bonita.
Colocar el
índice derecho sobre el ojo derecho –
¿Me amas?
Colocar el
índice derecho sobre el ojo izquierdo – Eres guapo
Colocar el
meñique derecho sobre el ojo derecho – ¿Estás avergonzado?
¡Qué lejos en algunos aspectos y
qué cerca en otros nos encontramos de aquellos entonces!
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