martes, 4 de septiembre de 2018

Destapes en primavera


Famosos fueron en su tiempo los Bandos de Enrique Tierno Galván quien se desempeñaba como Alcalde de la ciudad de Madrid. En este espacio ya hemos aludido a algunos de ellos y ahora reincidimos con otro Bando que –a nuestro entender- no tiene desperdicio y es promulgado en oportunidad de la llegada de la primavera.

El Alcalde Presidente del Excelentísimo Ayuntamiento de Madrid.
Madrileños:
Es viejo decir poético, con varia fortuna repetido, que con la llegada de la primavera, la naturaleza se viste con sus mejores galas, encubriendo la magra y seca desnudez del invierno con brillantes y copiosos adornos. Pero la humana especie que a veces contraría y repele lo que natura hace, lejos de cubrir, descubre, y lo que tapado había, destapa, en obsequio del más alegre, descuidado y gozoso vivir al que el bonancible tiempo invita. 
Nada tendrá el Alcalde que advertir, respecto de lo dicho, si entre los que tal hacen no hubiera algunos y también algunas que caen en desquiciada y peligrosa confusión (…)

Dicho lo anterior a continuación -y con su peculiar lenguaje- considera el espectáculo que dan algunos hombres (“aunque hayan las carnes flacas, desdichadas las proporciones…”) en la temporada primaveral.

De tan quimérica visión de la verdad nacen extrañas y peligrosas costumbres,  pues desprovistos los hombres de jubón y calzas, pavonéanse en lienzos o lenzuelos, en extremo contentos de sí, aunque hayan las carnes flacas, desdichadas  las proporciones y mal encajados los huesos, como si lo hubieran sido por un torpe algebrista.

Claro está que las mujeres (“tanto mozas como menos mozas”) no podían quedar fuera del Bando emitido por don Enrique

Algo semejante, aunque no igual, ocurre con buena copia de nuestras feminiles visitantes que por esta ciudad vagan y peregrinan y con numerosas vecinas que arrastradas por la antigua y legítima inclinación al discreteo, más la quimérica confusión que ya dijimos, dan en despojarse, como con particular y escrupulosa atención ha observado el Alcalde de esta Villa, de corpiños, basquiñas, briales y otras prendas, que por respeto no se nombran, faltando poco, en algunos casos, para que tanto mozas como menos mozas en carnes queden.

El problema citadino no está en la valoración moral de tales formas de vestir (y desvestir) sino en las distracciones que ocasionan en operarios que tienen a su cargo responsabilidades de consideración.

Ocasiónanse de este modo graves y superfluos daños, pues quienes desde el pescante los coches guían, alejan la atención de su principal menester,  arrastrados por el invencible deseo de mirar, con menoscabo de haciendas, peligro para la vida y aumento de la común confusión.

Al final del Bando dirigido a los ciudadanos, Tierno Galván apela a la libertad de cada uno para que se guíen con criterios que permitan conciliar el pleno ejercicio de la libertad personal con la negociación que exige toda convivencia armónica a nivel social.

Conviene, por último, añadir a lo ya dicho que las buenas costumbres piden comedimiento y mesura en cuanto al destaparse toca, pues en esos lugares de común recreación y roce que son las públicas piscinas, como natura huye lo triste y apetece lo deleitable, exagéranse los destapamientos sin haber cuenta del decoro que cada uno a sí propio debe y del respeto que la tranquilidad de los demás merece.
También a veces acaece, cuando los estivales calores son muy grandes, que alguno de nuestros visitantes, para alivio, descanso y alegre algazara y regodeo, se meten en cueros vivos en el agua que llena las tazas de las fuentes públicas monumentales. (…)
Confía, pues, el Alcalde, que durante el presente estío, visitantes, andantes en Corte y las vecinas y vecinos de esta Villa, de cualesquiera edad y condición que sean, salvo los ancianos de cansada y molida senectud, tengan el debido cuidado en cuanto a lo que en este Bando se aconseja, sin caer en impropias mojigaterías, exageraciones ni afectación de virtud.
Madrid, 25 de mayo de 1984.

Más allá de su amenidad, estos célebres Bandos ¿habrán llegado a los ciudadanos?, ¿se habrán observado y estudiado cambios en su comportamiento ante las situaciones problemáticas de su tiempo?

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