martes, 17 de junio de 2025

Deseo incumplido

 

En algún momento de su vida Giovanni Papini hubiera querido ser escéptico, pero guiándonos por su testimonio queda claro que no lo logró. La persistencia de la duda y el derecho a la incertidumbre le impidieron llegar a ese resguardo.

¿Escéptico yo? No, desgraciadamente. Ni siquiera soy un escéptico. El escéptico es un hombre afortunado: posee una fe, la fe en la imposibilidad de la certeza.

Puede vivir tranquilo, y, si se le antoja, dogmático. Pero yo no. Yo ni siquiera creo en la vanidad de cualquier búsqueda, y ni siquiera estoy seguro de la inexistencia de la certeza. Entre las cosas posibles también está ésta: que la verdad se encuentre y que alguien la posea.

Porque finalmente se pregunta: “¿Qué quiere decir que yo no la haya encontrado y que yo no la posea?”

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