jueves, 29 de mayo de 2014

La sexomnia de María Félix


A María Félix no le resultaba difícil hablar de su vida. Sabía de sobra que el personaje en que había devenido estaba más allá (o más acá) de los muchos eventos singulares que vivió en tanto persona. Entre sus muchas confesiones hay una muy peculiar

(…) Viviendo en el departamento de (la calle) Marsella volví a sufrir ataques de sonambulismo. Tuve un desliz con un vecino amigo mío estando completamente dormida. A medio sueño me levanté de la cama, me puse una bata y fui a tocar en su departamento. No sé qué habremos hecho, pero seguro que no estuvimos jugando canasta, porque al día siguiente recibí un ramo de flores y una llamada en que me agradecía cálidamente la maravillosa noche que habíamos pasado juntos. Debió creer que yo estaba sonambuleando, pero la verdad es que nunca me desperté.        

No es cuestión de poner en duda la palabra de la Doña pero difícil que no aparezcan suspicacias y conjeturas ante dicho acontecimiento: ¿no sería tan sólo una somnolienta e ingenua manera de encubrir su deseo o de atenuar  su desprolijidad?

Sin embargo una nota de la BBC (mayo 2013) confirma la existencia del síndrome que aquejaba a María Félix.

¿Existe realmente la sexomnia? (…)
El profesor Matthew Walker, profesor de neurología del Hospital Nacional para Neurología y Neurocirugía en Londres, le explicó a la BBC que la sexomnia es una condición "muy real".
Es una patología que forma parte de un trastorno más amplio, conocido como parasomnia. (…)
Quien padece de sexomnia realiza actos sexuales con otra persona durante un estado de sonambulismo. (…)
Por su parte, el psiquiatra Carlos Schenck, del Centro de Trastornos del Sueño en Minneapolis, Estados Unidos, considera que el sonambulismo sexual puede ser para quien lo sufre un problema inquietante, molesto, embarazoso (sic) y potencialmente serio. (…)
La sexomnia se produce cuando la parte del cerebro que tiene que ver con la planificación y la conciencia permanece dormida, mientras que otras partes del cerebro intentan despertarse.
"Esto le permite al individuo realizar acciones complejas", explica Walker. (…)
Los expertos afirman que la afección puede ser tratada con fármacos cuando ocurre con frecuencia.

Sobre este mismo tema la revista Muy Interesante afirma que “a veces, los compañeros de cama de los sexomnes optan por dormir separados para no ser molestados (…)” Pero en esto también aplica aquello de que sobre gustos no hay nada escrito puesto que el mismo artículo añade que “algunos han confesado que el sexo con su pareja dormida es mejor que cuando está despierta”.

Finalmente cabe suponer que si la sexomnia de María Félix hubiese tomado estado público, el número de candidatos a ser sus vecinos se habría incrementado en forma considerable.

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