Desde
inicios de la década de 1960 la educación sexual comenzó paulatinamente a dejar
de ser un tema tabú y fue así que muchas escuelas desarrollaron propuestas de
formación en este sentido.
En
este entorno, Bill Adler reunió un conjunto de cartas enviadas tanto por
alumnos, como padres y maestros lo que dio lugar a la publicación del libro Que
opinan nuestros hijos de la educación sexual. Cartas recopiladas por Bill
Adler (trad. Luis Bustamante). Barcelona, Granica, 1978. Señala Adler que “estas
cartas son reales: lo único que hicimos fue cambiar los nombres”. Como se verá,
algunos de estos testimonios no tienen desperdicio por lo que nos permitiremos
transcribirlos.
En
esta oportunidad seguimos con las cartas de los alumnos.
Estimado
profesor:
Estoy
enamorada.
Atentamente
Andrea J.
9º grado
P.S.:
¿Cómo puede una persona saber cuándo está enamorada?
Estimado
señor Lyne:
¿Puedo
hacerle una pregunta personal? Es la siguiente:
¿De
qué le sirve a uno la educación sexual, si no tiene novia?
Atentamente
Miguel J.
Boston
Mi
estimado profesor:
Mi
novia Mónica se niega a tomar la píldora.
¿Es
necesario que me consiga otra chica, o puedo echar una píldora en su bebida cuando esté mirando hacia otro lado?
Mis mejores deseos
Luis G.
Louisville
Estimado
señor Mason:
¿Por
qué los chicos también tienen que estudiar control de la natalidad en las
clases de educación sexual?
Los
chicos no necesitan tomar la píldora, excepto aspirina cuando les duele la cabeza.
Atentamente suyo
Mauricio G.
8º grado
Estimada
señora Guest:
Las
películas sobre educación sexual me parecen cochinas, obscenas y perturbadoras.
Me encantan.
Bárbara M.
Los Ángeles
Estimado
profesor:
¿A qué
se debe que los hombres solo se interesen en el cuerpo de las mujeres?
¿No
saben acaso que las mujeres también tienen cerebro? (Casi todas lo tienen,
menos mi hermana mayor).
Sinceramente suya
Alejandra M.
7º grado
Estimado
profesor de sexo:
Mi
cuerpo es un desastre. Soy demasiado gorda en los lugares que no debo y
demasiado delgada en donde tendría que estar gorda. (…)
Respetuosamente
Carola W.
Atlanta
A mi
profesor de educación sexual:
Gracias
por habernos explicado los misterios del cuerpo humano.
Ahora
que comprendo los misterios del cuerpo humano, ¿qué se supone que tengo que
hacer?
Cordialmente
Paul J.
9º grado
Estimado
profesor de educación sexual:
Las
enfermedades venéreas son horribles. No estoy de acuerdo con ellas.
Sinceramente
Godofredo W.
8º grado
Estimada
señorita Traube:
La educación
sexual no tiene nada de particular. He visto cosas mucho más interesantes en
las películas prohibidas para menores.
Un alumno
Roberto M.
9º grado
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