Ya en
otra ocasión nos referimos al tema de la banalización de la tragedia (http://habladuriacronicasdelocotidiano.blogspot.mx/2011/06/banalizacion-de-la-tragedia.html),
ahora aludiremos a una cuestión que si bien está vinculada con ello, presenta
sus diferencias. Y para ello recurrimos a Jorge Ibargüengoitia
Según
varios expertos el Time de Londres es
en el mundo el periódico que merecería ganar el premio al encabezado más
aburrido. Como muestra de estos merecimientos se da el siguiente encabezado,
que apareció en ese periódico hace algunos años: “Ligero terremoto en Chile. No
hubo muchos muertos.”
De este
encabezado admirable podemos sacar varias enseñanzas: el interés de una noticia
está en razón directa del cuadrado del horror que contiene e inversa de la
distancia a la que ocurren los hechos.
El
escritor guanajuatense sabía que a su tesis se le podían interponer varios
reparos y se adelanta a ello tomando como ejemplo la llegada del hombre a la
Luna e imaginando que hubiese tenido otro final.
Parece
que estoy diciendo tonterías, puesto que la noticia más sensacional en lo que
va del siglo es probablemente la llegada del hombre a la Luna, que es una
empresa en la que todo salió a pedir de boca y que ocurrió a una distancia que
francamente no hay por qué pedirla mayor.
En
defensa de mi teoría conviene advertir que la llegada del hombre a la Luna la
vimos en la sala de nuestras casas y que cuando estábamos presenciando el
suceso no sabíamos con seguridad que era un película con happy ending. ¿No hubiera sido más interesante si, después de decir
su frase célebre –“un paso corto para un hombre, un gran salto para la
humanidad”- el astronauta hubiera dado el paso corto, y en el momento de apoyar
el pie en la Luna hubiera empezado una reacción química incontrolable que le
hubiera ido subiendo por las piernas hasta dejarlo convertido en un charquito,
ante las miradas horrorizadas de cien millones de televidentes –que al llegar a
viejos hubieran tenido por maña la de contar a sus nietos “yo vi cómo se murió
el que…”, etcétera?
Para mí
que si tanta gente siguió con interés esta hazaña fue con la esperanza de ver
un accidente. El viaje terminó felizmente y como noticia, fue un fracaso.
Para reafirmar la verosimilitud de sus conjeturas, Ibargüengoitia evoca otra noticia que tuvo gran repercusión. “En apoyo del principio de que el interés de una noticia está en razón directa del horror que contiene e inversa de la distancia, podemos decir lo siguiente: ¿Quién se acordaría de la gira que hizo Kennedy a Dallas si hubiera salido vivo de ella?”
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