En
otras ocasiones ya nos hemos referido a los célebres bandos de Enrique Tierno
Galván (http://habladuriacronicasdelocotidiano.blogspot.mx/2016/10/los-bandos-de-enrique-tierno-galvan.html)
quien fue Alcalde de la ciudad de Madrid desde 1979 hasta su fallecimiento en
1986. En esta oportunidad transcribiremos una parte del que dedicara al tema de
la limpieza y el turismo (“los que viajan por curiosidad y placer, que llaménse
ahora turistas”).
El
Alcalde Presidente del Excelentísimo Ayuntamiento de Madrid.
Madrileños:
El mucho
amor a nuestra lengua no nos debe llevar a aborrecer las novedades que con el
tiempo se introdujeron en ella para designar con justeza cosas y
comportamientos que no gozaban anteriormente de vocablo singular y adecuado.
Así ha ocurrido con los que viajan por curiosidad y placer, que llámense ahora turistas, sin que la consulta de muchas,
copiosas y autorizadas fuentes del castizo decir nos haya permitido encontrar
palabra en nuestro natural castellano que signifique propia y ajustadamente lo
que el nuevo vocablo expresa.
Séanos,
pues, lícito decir que el turismo o, lo que es igual, la concurrencia
cuidadosamente ordenada de viajeros que, conducidos por la curiosidad y placer,
visitan nuestra patria, es hoy provechoso e insustituible caudal de abundantes
bienes tanto para el espíritu, en cuanto fomenta la paz y el entendimiento
entre los pueblos, como para el material bienestar de todos, ya que acrecienta
la moneda que nutre las arcas públicas y beneficia a la vez considerablemente a
los sujetos particulares de esta monarquía. (…)
Los que
movidos por la curiosidad y el placer nos visitan han de llevarse la idea, la
grata recordación, de una ciudad limpia y arreglada, en la que congenian la
hospitalidad confiada y la mesura y dignidad en el comportamiento con la
alegría y actividad propias de quienes, sin olvidar sus quehaceres, saben
hacerlos compatibles con honestas diversiones y amenos entretenimientos. (…)
Atendiendo
a todo cuanto en el presente Bando llevamos dicho, la razón y el común sentir
aconsejan que el aspecto de nuestra ciudad sea de singular limpieza y adorno
(…)
A don
Enrique le preocupaba de sobremanera la falta de higiene en la conducta
ciudadana que podría tener graves efectos no solo respecto a la salud, la
belleza de la ciudad, sino también en la economía.
Ocurre
también el caso insólito que en nuestra ciudad una parte considerable de los
vecinos tiran papeles y objetos menudos al suelo y el Ayuntamiento paga a otros
vecinos para que los recojan. De seguir en incremento esta sorprendente
conducta, pudiera ocurrir que la mitad de los vecinos arrojasen papeles y otros
objetos a la vía pública y la otra mitad los recogiesen.
Para que
a tal situación no se llegue y las calles de esta Villa aparezcan tan limpias
como deben, los vecinos cuidarán de no arrojar nada al suelo de tal modo que
podamos, en conjunto, ofrecer a nuestros visitantes turistas el grato
espectáculo de una ciudad pulcra, acogedora y ordenada. (…)
Madrid, 3
de febrero de 1982
Cabe
acotar el cambio que se ha venido presentando en algunos sectores de la
población española en relación al turismo; de verlo como deseable e
imprescindible para el crecimiento económico a concebirlo como un serio
problema que obstaculiza el derecho a una vida silenciosa y en paz.
Algo
así como si uno tuviera visita permanente en su casa, puede llegar a cansar…
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