Este
sábado 24 de marzo los vecinos de Santa Cruz Atoyac y anexas celebramos los 50
años del restaurante “La Cocina” ubicado en el mercado de la colonia.
Allí
estuvimos festejando con don Mario y todo el grupo que lo hace posible
(cocineras, meseras, cajeras, encargados de compras, personal en general).
Muchos somos los agradecidos tanto por la calidad de los alimentos como por la
atención brindada y los precios justos (vamos a sacarle aquello de “casi justos”).
Aun no se ha inventado problema ni pena
que se agrave mientras se disfruta el desayuno o la comida en “La Cocina”.
Diariamente
allí coincidimos aquellos que trabajan en organismos públicos y empresas
privadas de la zona así como quienes tenemos el privilegio de residir en las
cercanías. Recuerdo que hace unos años el poeta Hugo Gutiérrez Vega elogió públicamente
(en su columna “Bazar de asombros” en el periódico La Jornada) la tradicional sopa de coditos con espinaca que se
sirve en “La Cocina”: una verdadera obra de arte. Y don Hugo sabía mucho de
esas cosas.
Así
que por muchos motivos el festejo fue más que merecido. No hubo manteles largos
(los que allí se estilan son más bien cortos) y no tiramos el restaurante por
la ventana (porque entonces ¿a dónde iríamos después a desayunar o comer?); lo
que no faltó fue la alegría de ser
protagonistas de esta pequeña historia citadina. Hubo taquiza y agua de sabor a
discreción. Las cazuelas de diferentes guisados al poco de llegar ya eran
historia y debían ser repuestas continuamente. El mariachi fue excelente y se
bailó a gusto con una banda que contagió su entusiasmo.
Hace
ya algún tiempo en este mismo espacio escribimos unas líneas que hoy conviene
reiterar:
Hay
que ser muy temerario para recomendar cocinas porque ello puede culminar en
serios disgustos por quienes, siguiendo la sugerencia, no obtuvieron el
servicio que esperaban. Es lo mismo que sucede al recomendar médicos, mecánicos
y dentistas, por poner algunos ejemplos. No obstante asumo el riesgo. A quien
viva en ciudad de México o venga a ella de
visita, le recomiendo ir a desayunar huevos tirados en el restaurante
“La Cocina” en el Mercado de Santa Cruz Atoyac que queda sobre Av. Cuauhtémoc
entre Municipio Libre y Emiliano Zapata, en la delegación Benito Juárez. Y si
se me permite una última sugerencia, acompáñelos con salsa verde y unas
tortillas calientitas.
Después
me cuenta.
Nuevamente,
muchas gracias a todos los que forman parte del equipo de “La Cocina” porque -como
señala Pedro Moularne Michelena citado por Álvaro Cunqueiro- “(…) sin cocina no
hay salvación, ni en este mundo ni en el otro”.
nota: este texto tiene ligeras variaciones en relación al que
fuera publicado en el periódico "La Jornada" el 24 de marzo de 2018.
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