Hay
autores a los que no conviene perder de vista por lo que es recomendable frecuentarlos
y tener siempre sus libros a mano. Elías Canetti es uno de ellos y para estos
tiempos que habitamos nos ofrece esta breve reflexión.
Es muy probable que de este estado de miedo masivo derive
el sacrificio. Un león que persigue a
una manada de gacelas que, aterrorizadas, huyen de él todas juntas, pondrán fin
a su persecución en cuanto consiga apresar a uno de los animales. Este será su víctima, también en el sentido
más amplio de la palabra. Proporciona tranquilidad a los otros miembros de la
manada. En cuanto el león tiene lo que quiere, y en cuanto ellos se dan cuenta,
su miedo disminuye. De la fuga masiva vuelven a pasar a la normalidad, cada
animal pasta a su antojo y hace lo que le place. Si las gacelas tuviesen una
religión y el león fuese su dios, podrían, para saciar su avidez, ofrendarle de
forma voluntaria una gacela.
¿Qué
tiene que ver esto con nosotros?; el mismo Canetti lo pone de manifiesto. “Esto
es exactamente lo que ocurre entre los hombres: del estado de miedo masivo
deriva en ellos el sacrificio religioso, que por un tiempo detiene la carrera y
el hambre del poder peligroso.”
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