Hay exhortos que proviniendo
del pasado van mucho más allá de mantener vigencia. Sí, lo que tienen es
urgencia.
Tal es el caso de estas
líneas de Primo Levi (texto original en Si
questo é un uomo. Torino: Einaudi, 1958, traducción de Pancho Bustamante).
Si esto es un hombre
Primo Levi
Ustedes que viven seguros
En sus casas climatizadas
Los que se encuentran, al volver de noche,
La comida caliente y las caras amigas:
Consideren
si es un hombre
El que
trabaja en el barro
El que no
conoce la paz
El que pelea
por la mitad de un pan
El que
muere por un sí o por un no
Consideren
si es una mujer
La que no
tiene cabellos ni nombre
Ni fuerza
para recordarlo
Vacía la
mirada y el vientre frío
Como una
rana de invierno
Piensen que esto ha sucedido:
Les encomiendo estas palabras.
Grábenselas en sus corazones
Cuando estén en casa o vayan por la calle,
Al acostarse, al levantarse;
Repítanselas a sus hijos.
Y si no, que se les derrumbe la casa,
Que la enfermedad los retuerza,
Que sus parientes les den vuelta la cara.
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