jueves, 21 de febrero de 2019

El Pensador



Es una de las esculturas más famosas de Auguste Rodin que -según varias fuentes- fue modelada entre 1880 y 1882 para decorar La puerta del Infierno, trabajo por encargo del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes de Francia para la entrada de lo que sería el Museo de Artes Decorativas de París (proyecto que no se llevó a término). Inicialmente se conoció con el nombre de El poeta y representaba a Dante Alighieri.

La pose extraña del hombre de la escultura ha dado lugar a diversas conjeturas,  entre ellas la de Ramón Gómez de la Serna –citado por Jaime Fernández- quien dijo que El Pensador “será el hombre que más tiempo ha estado sentado en el retrete” (opinión compartida por muchos observadores de la pieza).

Jaime Fernández también presenta sus consideraciones al respecto.

Como escultura, El Pensador está bien, nada que objetar. Pero el nombre con el que Rodin bautizó su obra quizá no sea el más apropiado, y ello pese a la postura de la figura. (…) Prefiero creer que ese hombre de expresión grave más que pensar, está imaginando. Y que cada cual imagine lo que quiera acerca del objeto de su imaginación.
Uno puede imaginar en cualquier postura, siempre que sea cómoda. Intuyo que la mayoría de las personas que parecen rumiar pensamientos sesudos incluso en una postura tan escultural y romántica como la de El Pensador (…)

Por su parte, Macedonio Fernández –citado por Alejandro Zambra- afirma que: “Los pensadores son más friolentos; este se saca la ropa para poder pensar.”

En fin que la obra ha dado de qué hablar, lo cual no es nada ajeno al mundo del arte.

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