jueves, 18 de julio de 2019

Marcas de autos/2


Antes de retomar el tema de las marcas en que nuevamente seguiremos a Luis Melnik, veamos una referencia del mismo autor en relación a por qué los autos despiertan tanto interés en muchas personas.

Los automóviles son la más perfecta máquina... casi humana. Y como tal puede producir sublimes encuentros con el placer, la placidez, las pasiones, el desenfreno, el paroxismo o el afiebrado desenfreno, la crueldad, el atropello a mansalva. Puede ser amado, soñado, ambicionado. Se lo puede sentir en las entrañas. Se lo puede abandonar sin sentimientos. Casi humano.

Como no podía ser de otra manera las marcas de vehículos de lujo también tienen su historia.

Alfa se formó con las primeras letras de la Anónima Lombarda Fabbrica Automobili, porque realmente querían ser Alfa, la primera letra del alfabeto griego, hasta que llegó Nicola Romeo, que compró la empresa y se adjudicó para sí el número uno: Alfa Romeo. (…)
El símbolo mundial de la alta calidad, Mercedes Benz, fue parte del Wirtschaftswunder, el milagro económico alemán, y su nombre se inspiró en la niña de once años, hija del cónsul austríaco en Niza, Emil Jelinek, que en 1900 ordenó un auto a la compañía Gottfried Daimler y reclamó que llevara el nombre de su hijita. El éxito de la unidad entre amigos y conocidos motivó a los fabricantes a dejar el nombre instalado. (…)
Cadillac se originó en el marqués Amoine de la Mothe Cadillac, fundador de la ciudad de Detroit en 1701. (…)
Los poseedores de BMW se salvaron cuando los productores decidieron usar una sigla, de lo contrario debieron haber ido al comando de un Bayesriche Motoren Werke, Fábrica de Motores de Bavaria, que, por otra parte exhibe su famoso círculo con divisiones en celeste y blanco imitando una hélice de avión en pleno giro, porque la original actividad de BMW estaba relacionada con los motores de avión. BMW fue fundada por Karl Friedrich Rapp en octubre de 1913, originariamente como fabricante de motores de aviación, Bayerische Flugzeug-Werke, en Milbertshofen, Munich. Sólo en 1952 BMW produjo su primer automóvil de pasajeros.

No faltó el caso de modelos asociados a personajes de caricatura. “El famoso Topolino italiano de Fiat fue llamado así como homenaje al Ratón Mickey.” Asimismo –prosigue Melnik- hubo nombres de modelos que fueron registrados pero no llegaron a concretarse.

El autor tuvo acceso, como funcionario de la empresa, a los registros de marcas para uso internacional que Volkswagen mantenía en Alemania. Entre ellas, Diego y Pelota. El primero, sin duda, por Maradona. Y el segundo, quizá, por Maradona. Nunca los usaron. Seguramente por Maradona. O porque alguien les avisó que no sería bueno "andar en pelota". Esas marcas anduvieron rondando los escritorios locales cuando la empresa, finalmente, apeló a Gacel, el macho de la Gacela.

Nuevamente Melnik pone énfasis en la diversidad del origen de las marcas.

Hubo quienes buscaron otras avenidas. La marca De Soto proviene de Hernando, el conquistador español que llegó hasta Georgia, las Carolinas, Tennessee y Oklahoma, muriendo en el río Mississippi en 1541. Su símbolo obviamente fue una embarcación, como un navío lo fue de Plymouth, el último puerto que tocó el Mayflower de los pioneros en 1620. (Una curiosidad: Plymouth en inglés se pronuncia plimauth. Los argentinos, más papistas que los ingleses, decíamos plaimut.)
Pontiac fue un cacique de las tribus Ottawa que vivió entre 1720 y 1769, probablemente el único indígena homenajeado por la industria. Tan admirado, que seis ciudades y un lago de los Estados Unidos llevan hoy su nombre. (…)
Audi es nada más que la latinización del apellido alemán de August Horch. Horch significa escuchar. El tradicional, británico e individualista MG, sueño perenne de los jóvenes de hace unas décadas, deriva del nada elegante ni sofisticado Morris Garages, los garajes de Morris. SAAB es Svenska Aeroplan AB. Y Volvo también deviene de una expresión latina, dar vueltas, girar, en referencia quizás a los engranajes.

Y por supuesto que no es posible prescindir –afirma el multicitado autor- de la incidencia que tuvieron los nombres propios en el origen de las marcas.

Toda la nomenclatura automotor abunda en nombres propios para autos y sus partes que el público no asocia con personas, aunque algunos, como Henry Ford, son sinónimos de automóvil. He aquí una lista reducida para entrenamiento de los lectores:
Herbert Austin - Vincent Bendix - Walter Owen Bentley- Karl Benz - David Buick -Ettore Bugatti - André Citroën - Louis Chevrolet - Walter P. Chrysler - Gottlieb Daimler - John Deere - Rudolph Diesel - John y Horace Dodge - John Boyd Dunlop - Enzo Ferrari - Harvey Firestone - Henry Ford - B. E Goodrich - Charles Goodyear - Harley-Davidson (Bill y Arthur) - Soichiro Honda - Henry J. Kaiser - Ferruccio Lamborghini - Vicenzo Lancia - Emile Levassor - John M. Mack - Enzo Maseratti - Jules Michelin - William Morris - Adam Opel - René Panhard - Armand Peugeot - Ferdinand Porsche - Louis Renault - Charles Rolls-Henry Royce - Henry Studebaker - Henry Timken.

Añade Melnik otros dos casos singulares.

Los dos más grandes, sin embargo, Toyota y General Motors, tuvieron problemas con sus nombres. El primero proviene de la familia ToyodaI (…), y el segundo, que reconoce a la empresa más grande del mundo, resultó de no saber cómo denominar a un conglomerado de varias marcas y optar por lo más simpIe: motores en general.

Finalmente Luis Melnik sostiene que en un entorno de florecimiento de la piratería en casi todos los productos, la industria automotriz no ha podido ser desvirtuada y conserva la garantía de los productos originales.

En tiempos en que los incautos tropiezan con champañas falsificados, Rolex tramposos, marcas violadas, una industria mundial de la copia fraudulenta de perfumes, carteras, accesorios y joyas y que son necesarios expertos para asegurar la autenticidad de los grandes pintores por la abundancia de copias, se puede estar seguro de que un auto es incopiable, infalsificable. Se podrán manipular papeles y documentos para reproducir ficticiamente un vehículo, pero jamás nadie, nunca, pudo ni quiso falsificar un auto. Los autos son irreproducibles, únicos, originales, individuales, impares, unitarios. Como los seres humanos.

¿Será?

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