martes, 14 de enero de 2020

Eso se llama Historia y nunca debes tener miedo


Muchas veces el dilema reside en ¿ver o no ver?, ¿encerrarse o asomarse al balcón para observar la vida?
La historia la cuenta George Steiner y la retoma Luís Pousa bajo el título “Las persianas”.
Tal vez con los años el relato ha ido creciendo y adornándose hasta alcanzar la belleza de la épica. Lo cuenta George Steiner. Sucedió cuando el futuro escritor tenía apenas seis años y la familia ya se había instalado en París huyendo de Viena y del avance de las pisadas y cristales rotos del nazismo. Pero en 1935 el nazismo no estaba ni mucho menos recluido en Austria y Alemania, así que también persiguió a los Steiner hasta el centro de París. Aquella tarde, el pequeño Steiner volvía con su niñera del liceo por la calle de la Pompe y se cruzó con un grupo de fascistas que caminaban detrás del coronel La Rocque gritando “¡Muerte a los judíos!”. Cuando al fin llegaron a casa, su madre, asustada por el tumulto, ordenó que bajasen las persianas para no soportar aquellos gritos inmundos. 
De acuerdo con lo narrado por Steiner –citado por Pousa- las cosas cambiaron cuando apareció el padre.
Pero entonces, recuerda Steiner, apareció su padre y dio la contraorden: “Subid las persianas”. En lugar de proteger al niño de aquel griterío infame, Steiner padre lo sacó al balcón y le pidió que mirase aquella escena atentamente. Los extremistas seguían con su enfermiza cantinela detrás del coronel: “¡Muerte a los judíos! ¡Muerte a los judíos!”. Y entonces, su padre le explicó a George Steiner de qué iba todo aquello:
-Eso se llama Historia y nunca debes tener miedo.
Aquí concluye el relato de Steiner pero Luís Pousa exhorta a tomar ejemplo de ello ante la realidad que hoy se vive.
Supongo que el tiempo y el talento literario de Steiner habrán embellecido el episodio original. Qué más da. Lo único que importa es que en estos días en que a la historia se le da de nuevo por pasar bajo nuestro balcón tengamos claro exactamente eso: que sólo es la historia y que no debemos tenerle miedo. 
Previene de lo que significaría reaccionar bajando las persianas. “Porque lo contrario, dejar que el terror nos paralice hasta el punto de bajar las persianas de Occidente, sería traicionar a todos los que sí supieron aguantar la mirada despiadada de la historia.”

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