Toller (…)
estuvo comprometido con la República de Munich, y fue encarcelado. En su celda
las golondrinas hicieron un nido, y el poeta escribió un poema que se consideró
subversivo. Cuando al año siguiente las golondrinas volvieron, los guardianes
destruyeron el nido; pero las golondrinas tornaron a hacerlo, y “la lucha duró
siete meses entre las fuerzas unidas de Baviera y los pequeños pájaros”, hasta
que éstos dejaron de construir nidos y pasaban la noche en la celda,
acurrucados el uno junto al otro.
Toller sacó
clandestinamente de la cárcel su Libro de
las golondrinas. Una historia universal, ¡tan diferente de la de los
hombres! ¡Tan necesaria para éstos!
Es todo.
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