A María Félix no le resultaba
difícil hablar de su vida. Sabía de sobra que el personaje en que había
devenido estaba más allá (o más acá) de los muchos eventos singulares que vivió
en tanto persona. Entre sus muchas confesiones hay una muy peculiar
(…) Viviendo
en el departamento de (la calle) Marsella volví a sufrir ataques de
sonambulismo. Tuve un desliz con un vecino amigo mío estando completamente
dormida. A medio sueño me levanté de la cama, me puse una bata y fui a tocar en
su departamento. No sé qué habremos hecho, pero seguro que no estuvimos jugando
canasta, porque al día siguiente recibí un ramo de flores y una llamada en que
me agradecía cálidamente la maravillosa noche que habíamos pasado juntos. Debió
creer que yo estaba sonambuleando, pero la verdad es que nunca me desperté.
No es cuestión de poner en
duda la palabra de la Doña pero difícil que no aparezcan suspicacias y conjeturas
ante dicho acontecimiento: ¿no sería tan sólo una somnolienta e ingenua manera
de encubrir su deseo o de atenuar su desprolijidad?
Sin embargo una nota de la
BBC (mayo 2013) confirma la existencia del síndrome que aquejaba a María Félix.
¿Existe
realmente la sexomnia? (…)
El
profesor Matthew Walker, profesor de neurología del Hospital Nacional para
Neurología y Neurocirugía en Londres, le explicó a la BBC que la sexomnia es
una condición "muy real".
Es
una patología que forma parte de un trastorno más amplio, conocido como
parasomnia. (…)
Quien
padece de sexomnia realiza actos sexuales con otra persona durante un estado de
sonambulismo. (…)
Por
su parte, el psiquiatra Carlos Schenck, del Centro de Trastornos del Sueño en
Minneapolis, Estados Unidos, considera que el sonambulismo sexual puede ser
para quien lo sufre un problema inquietante, molesto, embarazoso (sic) y potencialmente serio. (…)
La
sexomnia se produce cuando la parte del cerebro que tiene que ver con la
planificación y la conciencia permanece dormida, mientras que otras partes del
cerebro intentan despertarse.
"Esto
le permite al individuo realizar acciones complejas", explica Walker. (…)
Los
expertos afirman que la afección puede ser tratada con fármacos cuando ocurre
con frecuencia.
Sobre este mismo tema la
revista Muy Interesante afirma que “a
veces, los compañeros de cama de los sexomnes optan por dormir separados para
no ser molestados (…)” Pero en esto también aplica aquello de que sobre gustos
no hay nada escrito puesto que el mismo artículo añade que “algunos han
confesado que el sexo con su pareja dormida es mejor que cuando está despierta”.
Finalmente cabe suponer que
si la sexomnia de María Félix hubiese tomado estado público, el número de candidatos
a ser sus vecinos se habría incrementado en forma considerable.
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