miércoles, 30 de septiembre de 2020

Justicia y belleza

 

Todo parecería indicar que la justicia y la belleza tienen mucho que ver la una con la otra. Es más, que la justicia representa una manifestación de la belleza.

Sin embargo, José Jiménez Lozano no coincide con ello.

Las gentes incendiaron bellezas arquitectónicas, murales, iconos, objetos preciosos en la guerra civil española, sin ir más allá, con la furia de Savonarola o de los movimientos “quiliásticos” medievales: para destruir la corrupción, por puritanismo y vindicta.

No vaya a pensarse -continúa Jiménez Lozano- que este desencuentro es cosa del pasado. “Y el equívoco continúa: el amor de la justicia excluye al de la belleza, y el de la belleza no parece sensible a un rostro desfigurado por la desgracia.”

Finalmente pregunta y contesta. “¿Se soluciona todo renegando de ambas? Eso parece pensar nuestro mundo, y así se resuelve esa ‘dialéctica’ en la ‘platitude’ más absoluta.”

lunes, 28 de septiembre de 2020

Actores y papeles

 

Entre los misterios propios del mundo de la actuación encontramos que un papel que en principio parecía ideal para ser protagonizado por determinado actor, representó un fracaso. Por el contrario, el rol que en principio pareció que jamás ajustaría al perfil de cierta actriz, significó un éxito notable.

Es posible suponer que cuando son convocados para participar en una película u obra de teatro, les debe intrigar cuál es el papel que deberán desempeñar. Además de lograr un acuerdo en términos económicos seguramente deben valorar el papel que deberán representar. Para los principiantes no debe haber muchas opciones de negarse; el caso de los veteranos es diferente y a ese respecto José Sacristán -citado por Alberto Ojeda- cuando ya estaba por cumplir 80 años decía: “La base fundamental de esto es el juego: jugar a que se crean que soy quien no soy me sigue fascinando, así que, mientras pueda, ahí estaré. Y además tengo la suerte de elegir. No tengo que aceptar lo que sea para pagar el recibo de la luz.”

Los actores aspiran a representar muy diversos roles porque ello les permite mostrar sus grandes dotes al hacer creíbles perfiles muy diferentes. Sin embargo, comenta Fernando Fernán Gómez, hubo tiempos en que los productores se resistían a ello.

(…) un absurdo capricho de los productores del Hollywood de la época dorada obligarle a interpretar siempre, con ligeros retoques, el mismo personaje. Los productores, que buscan sólo su beneficio, saben que eso es lo que el público pide, que John Wayne sea siempre John Wayne, que no sea nunca un intelectual dubitativo, un diplomático amanerado, un poeta mendigo y medio loco.

Pero en esto los productores se veían influenciados -continúa Fernán Gómez- por las preferencias del público.

Ellos saben que el público no lo quiere así. Y en este deseo del público de que prevalezca el personaje sobre el actor, en este deseo de no perder al personaje, de que los ambientes sean casi siempre los mismos y las intrigas parecidas, se revela la tendencia del espectador a que el cuento no termine, a que los personajes vuelvan, a que todas aquellas novelas cortas se puedan convertir en una novela río, en un folletín.

Prueba también esta permanencia del gusto del gran público su afición a las películas policíacas y a las novelas de las que éstas se derivan.

Hay ocasiones en que los directores se sinceran respecto a las dotes de los actores que escogieron para papeles protagónicos; es el caso de Sergio Leone. “La verdad es que yo necesitaba más una máscara que un actor y [Clint] Eastwood por entonces era perfecto, ya que toda su pericia dramática se reducía a nada más que dos expresiones: con sombrero y sin sombrero.”

Sin duda no se trata de una profesión fácil, sin embargo sus muchos sinsabores vienen acompañados -al decir de Fernando Fernán Gómez- de grandes satisfacciones. “Todos estos esfuerzos, estos dolores, tenían también sus compensaciones. Una de ellas, la que nunca abandona a muchos actores, el misterioso placer de incorporar el personaje, de sentirse invadido por él, en los momentos en que eso se consigue.”

Y concluye resaltando una excepción que solo se presenta en el mundo de la actuación: “Es éste quizás el único oficio en el que la alienación puede llegar a producir felicidad.”

viernes, 25 de septiembre de 2020

Viajes cronometrados

Las empresas turísticas organizan sus recorridos hasta en los mínimos detalles. No cabe duda que viajar en grupo puede tener sus ventajas pero la de la rigurosidad en los tiempos establecidos seguramente no es una de ellas.

A ello alude Miguel Delibes: “El paseo sistematizado conlleva el riesgo de asfixiar su interés entre las mallas del plan preconcebido. Las normas, los horarios fijos, suponen una ortopedia embarazosa para el viajero; constituyen un atentado contra su libertad.” Esta manera de planificar los paseos deja muy poco espacio para el asombro.

Uno desconoce en qué lugar y en qué momento saltará la liebre de la sorpresa y, por descontado, cuántas horas, cuántos días o cuántos meses requerirá su persecución. Nadie puede predecir el tiempo que nos reclamará una visita a una reducción araucana de los Andes o un recorrido por la catedral de Burgos.

Y concluye con un recordatorio irrefutable: “La sensibilidad no puede acomodarse a los relojes y no olvidemos que cada par de ojos escrutadores recrean el mundo.”


miércoles, 23 de septiembre de 2020

Un paréntesis en el ánimo

 

Hay días que se ponen difíciles; muy mucho, en el decir de tantos. Hoy es uno de ellos.

Escucho el programa mañanero de noticias en que se presentan testimonios escalofriantes. Enseguida evoqué un texto de Juan José Millás que leí hace un tiempo, lo busqué y aquí está.

Conviene partir del hecho de que no hay solución. Para nada. No hay solución para nada. La vida no tiene solución, la vida no es un problema del que conoces unos datos de los que debes deducir otros. Una vez que aceptas ese hecho, que no hay solución, te hacen menos daño las atrocidades que contemplas a diario. No hay solución, te dices. Buenas noches.

Cuando lo leí me sentí muy lejos de su punto de vista. Ahora me identifico con él.

Confío que mañana me vuelva a sentir lejos.

¡Qué digo mañana, ojalá y sea al rato!

lunes, 21 de septiembre de 2020

Diversas formas de viajar

 

En cuestión de viajes hay para todos los gustos. Muestra de ello es la clasificación propuesta por Rodrigo Fresán en cuanto a la utilización de guías turísticas que asume tres posibilidades:

La primera es estudiarIa de memoria incluso meses antes del viaje en cuestión y trazar un perfecto itinerario luego de desechar varias opciones, como si nos dispusiésemos a desembarcar en las playas de Normandía un día D cualquiera.

La segunda es comprarIa en la ciudad a la que acaba de arribarse y llevarIa en el bolsillo y consultarIa de vez en cuando, como si se tratara del horóscopo o del I-Ching (...)

La tercera -mi sistema preferido, y creo que esto dice más de mí que lo que puede llegar a revelar el análisis de mi ADN- es leerIa recién regresado al hotel, cuando ya se ha visto lo que no se sabe muy bien qué es, pero que nos hizo imaginarnos tantas historias que, en ocasiones, se parecen mucho a la verdad.

Para apreciar la manera en que proceden los que se suman a esta última opción, podemos seguir el testimonio de Aldous Huxley quien hace una breve introducción antes de entrar en materia.

Las complacencias que proporciona la ignorancia son tan grandes, a su modo, como los que otorga el conocimiento. Aunque es excelente cosa la claridad y aunque resulta grato poder colocar cuanto nos rodea dentro de las categorías de un sistema ordenado y comprensible, no deja de serlo también encontrarse de vez en vez en la oscuridad y tener que especular, mediante vagos tanteos, en torno a un mundo que por sernos ignorado queda reducido para nosotros a un conjunto de hechos sin conexión ni orden entres sí, como fantásticas islas inexploradas frente a un vasto océano de incomprensión.

Una vez aclarados los principios por los que se orienta, Huxley aborda la cuestión que nos interesa.

A mi modo de ver, uno de los mayores encantos del viajar consiste en el hecho de que nos ofrece las únicas oportunidades con que contamos para permitirnos la voluptuosidad de la ignorancia. No pertenezco a esa clase de concienzudos viajeros que, antes de visitar un nuevo país, pasan semanas enteras empollándose su geología, economía, arte, historia, literatura. Prefiero, con mucho, ser durante mis cortas visitas primeras un turista perfectamente ignorante. Sólo más tarde, una vez perdida la virginal fragancia de mi desconocimiento, será cuando empiece a leer lo que todo viajero inteligente hubiera aprendido de memoria antes de adquirir su billete. Me pongo a leer y acto seguido, como en una serie apocalíptica, mis impresiones aisladas e incoherentes comienzan a adquirir sentido, mis confusos recuerdos caen y se armonizan dentro de sus moldes adecuados. Las complacencias de la ignorancia han cedido su lugar a las del conocimiento.

Y para que quede claro propone un ejemplo. “Sólo he visitado España dos veces; no lo suficientemente a menudo para haberme cansado de mi ignorancia. Continúo, pues, disfrutando en estar tan poco enterado como sea posible acerca de cuanto he visto desde los Pirineos al cabo de Trafalgar.” Por lo que aún no es tiempo -admite- de acudir a la información correspondiente.

Huxley sabía esperar: “Otras dos o tres nuevas visitas y habrá llegado el momento de acudir a la Biblioteca Nacional de Londres y buscar la palabra ‘España’ en el índice por materias.”

viernes, 18 de septiembre de 2020

Uno de los problemas de la felicidad

 

Y tal vez el más grave, es el miedo a perderla. Sucede que a quien rebose felicidad siempre le perseguirá una sombra, una amenaza: la preocupación ante la posibilidad de dejar de serlo. Enrique Vila-Matas se refiere a ello “(…) la felicidad es algo inquietante, e indeseable. Cuando es plena inquieta porque de un momento a otros se va a escapar.” Quizás por ello prefiere optar por otra variante: “Es mejor la serenidad. La felicidad lleva consigo la proximidad del final… al igual que la absoluta infelicidad tampoco es buena (…)”.

Precisamente a ese temor por dejar de ser feliz se refiere Sándor Márai en su novela El último encuentro, en el momento en que el general le dice a Konrád

Como todas las personas que viven mimadas por los dioses sin ninguna razón, también sentía una especie de angustia en el fondo de tanta felicidad. Todo era demasiado hermoso, demasiado redondo, demasiado perfecto. Uno siempre teme tanta felicidad ordenada.

Más adelante, el mismo personaje fundamenta el origen de su desconfianza -o tal vez, sospecha- hacia el “demasiado”.

Porque los dioses son, como se sabe, envidiosos, y cuando dan un año de felicidad a un simple mortal, lo apuntan como una deuda, y al final de su vida se la reclaman, con intereses de usurero.

Por ello Andrés Trapiello afirma que la felicidad, “la nuestra o la de cualquiera”, es “frágil por naturaleza”.

lunes, 14 de septiembre de 2020

Falsa suposición

 

Asociar riqueza y felicidad no es cosa de nuestro tiempo, tal como lo pone de manifiesto James Boswell en un pasaje de su conocida biografía del doctor Samuel Johnson.

El viernes 19 de septiembre [1777], después del desayuno, el doctor Johnson y yo partimos en la silla del doctor Taylor para ir a Derby. El día era bueno y decidimos ir por Keddlestone, la residencia de lord Scarsdale, para que yo pudiera ver la bella casa de Su Señoría. Me quedé sorprendido de la magnificencia del edificio, y el extenso parque, con el verdor más bello, cubierto de ciervos y de ganado y ovejas, me encantó. La cantidad de robles viejos, de un tamaño inmenso, me llenó de una especie de respetuosa admiración; por uno de ellos habían ofrecido sesenta libras. Los excelentes senderos con suave pavimento; el gran estanque formado por Su Señoría con pequeños arroyos, con una hermosa embarcación en él; la venerable iglesia gótica, ahora capilla de la familia, justamente al lado de la casa; en una palabra, el gran grupo de objetos excitaron y distendieron mi mente de una forma muy agradable. “Se pensaría –dije- que el propietario de todo esto tiene que ser feliz.”

Ante tal deducción, Johnson rectificó con contundencia que “Nada de eso, todo esto no excluye más que un mal: la pobreza.”

miércoles, 9 de septiembre de 2020

¿Cómo se atreve?

Son muchos los artistas y científicos que ceden ante las mieles del poder. Entre las razones para ello puede aparecer la necesidad de contar con los medios que hagan posible su trabajo, el gusto de codearse (a veces nunca mejor dicho) con las élites del momento, el afán de notoriedad, etc. En definitiva no es cosa sencilla resistir a la tentación, aunque los costos de ello -como ha sucedido en infinidad de ocasiones- suelen ser muy altos.

Claro que siempre han existido notables excepciones y Antonio Pau -retomando a Forster- presenta una de ellas.

La historia es bien conocida. Cuando en el año 212 a.C. las tropas romanas del general Marco Claudio Marcelo conquistaron Siracusa, Arquímedes estaba allí, en la ciudad en la que nació y vivió. Era un sabio famoso, y el general quiso conocerlo, y lo mandó llamar. Sin embargo, al soldado que fue en su búsqueda le dijo Arquímedes que le era imposible ir hasta que no acabara con el problema que estaba tratando de resolver. Y además le dijo que se echara a un lado y no pisara las figuras geométricas que estaba dibujando en el suelo (…)

Pero como es sabido el poder no acostumbra asumir de buena manera el rechazo de sus órdenes, por lo que -concluye Pau- “el soldado, iracundo por la insolencia del sabio, le atravesó allí mismo con su espada”.


lunes, 7 de septiembre de 2020

Margarita Porete y el maestro Eckhart

 

Diferentes han sido, en el transcurso del tiempo, los caminos para ir al encuentro con Dios; uno de estos senderos -al que recurrieron diversas religiones y filosofías- es el vacío. Según Antonio Pau “(…) el gran exaltador cristiano del vacío y de la nada es el maestro Eckhart, místico alemán del siglo XIII.” Añade Pau que

Eckhart define al pobre de espíritu -modelo de cristiano- como “aquel que nada quiere, nada sabe y nada tiene” (…), excluye también la presencia divina: “Ruego a Dios que me vacíe de Dios” (…). Porque si el alma contuviera a Dios, ya no sería nada. Y para Eckhart hay que pasar por la nada para llegar al todo y fundirse en Uno.

Ahora bien, según Antonio Pau la teología de Eckhart tuvo un claro antecedente. “Es indudable que Eckhart había leído el libro de la beguina Margarita Porete El espejo de las almas simples y anonadadas (1295), que fue traducido inmediatamente al latín, al inglés y al italiano.” Sin embargo -y de acuerdo con Pau- sus destinos fueron diferentes.

Aunque sostuvieron ideas muy semejantes, Margarita Porete fue quemada viva por la Inquisición (junto a su propio libro), no tanto por herejía, como por la osadía de que una mujer, pese a sus naturales limitaciones intelectuales, se atreviera a escribir sobre cuestiones teológicas, mientras que Eckhart no pasó de ser condenado por herejía.

Además del escándalo mencionado en cuanto a que una mujer incursionara en el campo de la teología a finales del siglo XIII, el autor ya citado añade otra posible explicación de la diferencia de desenlace en estas dos vidas: “No hay que olvidar que el inquisidor Guillaume Humbert era dominico, como el propio Eckhart.”

martes, 1 de septiembre de 2020

Diez años de Habladuría


En el mes de septiembre de hace diez años nacía este blog con un perfil más o menos definido (http://habladuriacronicasdelocotidiano.blogspot.mx/2010/09/entre-el-vicio-y-el-oficio-compilador.html) Desde mucho antes estuve compilando anécdotas acerca de muy diversos temas y diferentes lugares. Algunas las tomé de periódicos y revistas pero la mayoría las hallé en libros adquiridos en librerías de viejo que he sabido recorrer con entusiasmo digno de mejores causas. Fue en aquel entonces que la extraordinaria artista y amiga Magos Nava me sugirió la idea de abrir un blog. Aceptada la propuesta, Magos se dio a la tarea. En los inicios sus ilustraciones acompañaron los artículos publicados y hasta el presente es la responsable del diseño del blog.

Al comienzo subí un artículo semanal, tiempo después pasé a dos. El último año, y tal como lo anunciáramos en su momento, fueron cinco semanales. A partir de ahora las entradas serán con la frecuencia en que sea posible.

En el mes de junio de este año iniciamos un nuevo espacio: Mirar-nos con ojos ajenos. Una invitación al análisis y la reflexión a partir de pedacitos de historia. Nos reunimos semanalmente en forma virtual con dos opciones, de acuerdo a lo que a cada quien convenga: martes a las 17 hr o jueves a las 12 hr (horarios de Ciudad de México).

En estos diez años las visitas se aproximan a las 350.000. Difícil saber cuántas de ellas responden a seguidores del blog y cuántas a quienes llegan puntualmente y en forma azarosa por sus búsquedas temáticas. Me inclino a pensar que son muchas más las segundas que las primeras. También hay que tener en cuenta las visitas realizadas por robots que actúan en las redes.

El total de artículos que se han ido sumando al blog hasta el momento rebasan los 1.000. Algunos de ellos han sido publicados y citados en periódicos y revistas (ejemplo de ello es el artículo “¿El Ángel caído?” del Mtro. Eduardo Matos Moctezuma publicado en Arqueología Mexicana, No. 150). Asimismo he tenido noticias de menciones realizadas en distintos programas radiales. Ciertos textos han sido utilizados como material de apoyo en clases de preparatoria o universidad, así como en diversas instancias de educación no formal. He tenido la oportunidad de narrar en forma presencial algunas crónicas que integran este blog en diversas ciudades de México (Cancún, Chihuahua, Cholula, Ciudad Juárez, Ciudad de México, Guadalajara, Guanajuato, León, Morelia, Oaxaca, Pachuca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, San Miguel de Allende, Veracruz, Zacatecas, etc.) así como también en Buenos Aires y Montevideo.

Junto a este blog he desarrollado tres programas que se vienen implementado en diversas instancias (http://habladuriacronicasdelocotidiano.blogspot.com/2019/08/programas.html)

En principio hay Habladuría para rato, dado que en el taller de armado dispongo de muchos “pies de artículos” que permiten aspirar a mantener este espacio. Tengo el anhelo de que parte de este material pase a ser libro, columna periodística o espacio radial fijo. 

Una vez más quiero expresar mi profundo agradecimiento y reconocimiento a Magos Nava. Sin su apoyo este blog no sería posible. Y también va mi agradecimiento a los lectores habituales de Habladuría, a los intermitentes y a quienes lo fueron en algún momento.

Y sean bienvenidos aquellos que se sumen a partir de ahora.                                                                                                              
                                                                  Gerardo Mendive
                                                       gemendive@yahoo.com.mx
                                                       5541262798 CDMX