miércoles, 22 de febrero de 2023

Por si saben de alguien a quien pueda interesar...

Desde hace algunos años, y con un empeño digno de mejores causas, he venido reuniendo y coleccionando anécdotas y citas provenientes de diferentes autores y que aluden a situaciones muy diversas. 

Con ello he conformado el Almacén de anécdotas, citas y afines (https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggfbqorljaIFqjy12CbnNLzuOihnZeAUEfAHmpr8G_TZ6lG3kyrWy6DKp3gJ0uzC1CNgUCMk73QxF3mnyqDVhoORB9cMRHX0nCo8DGNxag_a_FywkES1gcdVlsSJtw0Zford0R6vy8mJk/s1600/AlmacenMendive.jpg)

Además de posibilitar el armado de las entradas de este blog así como de brindar diferentes servicios de apoyo, parte del material allí reunido ha permitido la publicación de varias compilaciones:

* Es lo que hay (México, edición del compilador, 2000)

* Cotidianerías (México, edición del compilador, 2002)

* Diccionario de citas (México, Algarabía-Lectorum, 2013)

* Anécdotas (Madrid, Fundación Emmanuel Mounier, 2022)

En esta misma línea he reunido una nueva compilación de citas referentes a México y aquí viene el pedido: les agradecería lo hicieran saber a quienes pudieran estar interesados en conocer este trabajo para valorar su posible publicación.

----------------------------

Y ya entrado en esto de andar de pedigüeño o gorrón, aquí va la otra solicitud. 

Estoy buscando un lugar donde instalar mi biblioteca -constituida fundamentalmente por libros de crónicas y ensayos- con el objetivo que ese lugar pueda constituirse en espacio de encuentro y creación.

Así que si saben de algo…  

Desde ya, muchas gracias

Gerardo Mendive

gemendive@yahoo.com.mx

tel. 5541262798


martes, 21 de febrero de 2023

Un riesgo en el oficio de citar

 

Durante muchos años me he dedicado a recolectar y coleccionar citas de diversos autores que aluden a muy diferentes temas. A ello destiné un empeño digno de mejores causas que ha dado lugar a la creación del Almacén de anécdotas, citas y afines (https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggfbqorljaIFqjy12CbnNLzuOihnZeAUEfAHmpr8G_TZ6lG3kyrWy6DKp3gJ0uzC1CNgUCMk73QxF3mnyqDVhoORB9cMRHX0nCo8DGNxag_a_FywkES1gcdVlsSJtw0Zford0R6vy8mJk/s1600/AlmacenMendive.jpg)

Reconozco que contar con ellas en mi trabajo habitual es un apoyo de consideración; sin embargo, es importante tener en cuenta los riesgos que supone. Uno de ellos es que inevitablemente a la cita se la saca de contexto, con los problemas que se derivan al momento de su interpretación; Gabriel Zaid se refiere a ello

Todo texto citado, por definición, está fuera de contexto. Está en el curso de un segundo discurso que no es el original. Transcrito o de memoria, literal o alterado, intencionalmente o no, adquiere un significado ligera o totalmente distinto, aunque la cita sea exacta. En este sentido, es obra de un segundo autor, como las traducciones o los arreglos musicales.

No faltan ejemplos de los errores de interpretación en que se ha incurrido debido a lo que venimos señalando. Uno de ellos lo presenta Luis Melnik

Voz del pueblo, voz de Dios", frase de Alcuino (Flacus, Albinus Alcuinius 735-804), erudito inglés nacido en York. En 780 viajó a Roma y en 782 se afincó en la corte de Carlomagno. Fue difusor de la cultura anglosajona y organizó la educación en el imperio franco. La expresión que pasó a la historia aparece en una carta que Alcuino le escribió al emperador Carlomagno en 800, cuando era la máxima autoridad del imperio romano. (…)   

Pero el mismo Melnik subraya la situación insólita que tiene lugar al leer la sentencia completa

"Y les digo a aquellos que dicen que la voz del pueblo es la voz de Dios, que no deberían escuchar esos clamores porque la voz de la multitud siempre está muy cerca de la insania y habitualmente privada de buen juicio".

Lo anterior le permite concluir que

No será muy simpático, pero así es la historia y los revoltijos que se arman con los sucesos. Eran otros tiempos. Otros hombres. Otras democracias. Otros populismos.

Avisados.

jueves, 2 de febrero de 2023

Problema de hoy, que son problemas de ayer (y seguramente de mañana)

Muy difícil mantener la unidad en instituciones integradas por quienes tienen convicciones, principios, ideologías y situaciones tan diferentes. El ámbito religioso no es ajeno a ello aun cuando la fe profesada sea la misma.

En una simplificación que está muy lejos de reflejar la complejidad de la cuestión, hay quienes dividen el espectro entre progresistas y conservadores, pero ello no puede dar cuenta de lo que presenta múltiples aristas y tópicos.

En el caso de la Iglesia Católica -seguramente no muy diferente a otras- se identifica como progresistas a quienes empujan hacia cambios de consideración, buscando que la institución asuma actitudes más radicales. Frente a ello los sectores conservadores son percibidos como aquellos que en respuesta a lo anterior ponen el grito en el cielo y agitan las aguas, procurando detener lo que identifican como severo deterioro institucional, lo que además atenta contra la tradición.

Hay coyunturas históricas, como la actual, en que la problemática alcanza niveles de mayor difusión y algunos incautos consideran que están ante una situación inédita, cuando en realidad las cosas no son así.

Veamos algunos ejemplos a este respecto.

Cuenta José Jiménez Lozano que en 1891 “cuando León XIII publicó la [encíclica] ‘Rerum novarum’ (…) en España se hizo una comunión general y solemne para pedir por el Papa que se había vuelto socialista”. En relación a ello mismo Enrique Miret Magdalena añade que “se celebraban misas para que los católicos ¡rezaran por la conversión del Papa! Porque se veían con preocupación que fuera excesivamente progresista en el terreno social”.

En México las cosas no fueron distintas ya que en estos tiempos -sostiene Jiménez Lozano- “el obispo de San Luis de Potosí [sic] (…) tuvo los ejemplares de la encíclica guardados en una bodega hasta la revolución, por miedo a los ricos”.

Unos años después la polémica seguía presente en España; es Manuel Vázquez Montalbán quien se refiere a ello.

(…) me ha recordado la reacción de la derecha española durante la Segunda República [1931-1939] ante las propuestas de reforma agraria presentadas por la derecha civilizada. En el transcurso de una sesión parlamentaria, Jiménez Fernández, diputado del sector más progresista (…), presentó una propuesta de reforma agraria y para defender su propuesta utilizó encíclicas papales y la doctrina social de la Iglesia en su conjunto. Entonces, uno de los diputados de la derecha más ultra le dijo: “Como su señoría quiere quitarnos las tierras con ayuda de las encíclicas, nos vamos a hacer ateos”.

Pasan algunas décadas y resurge la cuestión, tal como lo comenta Monseñor Samuel Ruíz

[Los concilios] sólo son peligrosos para la Curia. Cuando murió en pleno concilio el gran Juan XXIII yo escuché a un monseñor de la Curia rezar por él. “Que Dios le perdone el daño que ha hecho a la Iglesia con este concilio”, rezaba.

Las preguntas son muchas ¿es un problema solamente de personas y grupos o será que la esencia, la doctrina y los textos fundamentales son incompatibles con ciertas ideologías y actitudes?

En lo dicho: problemas de hoy, que son problemas de ayer (y seguramente de mañana).