jueves, 20 de agosto de 2015

Remedios para el insomnio


Cuando se hace presente, la noche se vuelve interminable. En algunos casos la imposibilidad de conciliar el sueño viene motivada por una problemática específica por la que se está atravesando. Se trata de los insomnios justificados: como no alcanza el día se emplea la noche en devanarse los sesos pensando posibles soluciones o flagelarse anticipando eventuales efectos negativos (que a medida que pasan las horas se agravan en forma considerable).

Pero también están los insomnios de a gratis –también llamados crónicos-, son aquellos en que quien lo sufre no pasa por ninguna dificultad concreta, más allá de la imposibilidad de dormir. En los casos extremos se trata de personas sumamente exitosas, admiradas (e incluso envidiadas) por sus notables logros familiares, profesionales, comerciales, etc.

También están los insomnios ausentes. Con ellos nos referimos a los que deberían acosar a quienes se han conducido de mala manera por lo que han causado daños de gran magnitud a otros. Uno se consuela pensando que estos personajes seguramente no pueden pegar los ojos en toda la noche, cercados por su mala conciencia. Sin embargo, no son pocos aquellos que duermen como lirones ante su conciencia ausente, adormecida o sobornada.

Por otra parte hay sueños muy parecidos al insomnio; Luis Ignacio Helguera da cuenta de ello. “Soñé que no podía dormir, y que al fin me dormía y soñaba que no podía dormir. Desperté exhausto.

A los insomnes su cara los delata, viven cansados y amenazan con dormirse en los lugares más insólitos. Los hay vergonzantes que eluden hablar del tema pero también están aquellos para quienes es su único tema de conversación. Estos últimos se organizan en una especie de hermandad en la que comparten infinidad de remedios caseros que por lo general, dicho sea de paso, son muy poco efectivos. Ana María Shua, citada por Leo Maslíah, comenta sus investigaciones en relación al insomnio.         

Consulto textos hindúes y textos universitarios, textos poéticos y textos medievales, textos pornográficos y textos encuadernados. Cotejo, elimino hojarasca, evito reiteraciones. Descubro, en total, 327 formas de combatir el insomnio. Imposible transmitirlas: su descripción es tan aburrida que nadie podría permanecer despierto más allá de la primera.

Por su parte Groucho Marx alude al ya tradicional método -cuyo inventor se desconoce- de intentar dormirse contando ovejas.

Muchas personas consiguen un buen descanso nocturno contando ovejas. Si es posible, se aconseja tener las ovejas en el dormitorio. Sin embargo, si eres alérgico a la lana (…), puedes también cortejar el sueño contando panteras. Desde luego, siempre existe el peligro de que las panteras te devoren, pero si se sufre insomnio esto es verdaderamente lo mejor que te puede ocurrir.


En tiempos recientes entre las alternativas que procuran derrotar al insomnio, ha hecho su aparición la musicoterapia. Cabe aclarar que no constituye mayor novedad ya que, sin ese nombre dominguero, esta estrategia –según Carl Honoré- data de antaño.
 

Utilizar la música adrede para sosegarse no es una idea nueva. En 1742, el conde Kaiserling, entonces embajador ruso ante la corte de Sajonia, encargó a Bach que escribiera una composición para ayudarlo a vencer el insomnio. El compositor creó las Variaciones Goldberg.
 

Y nos quedamos con la duda, debido a  que Honoré no aclara el punto, si esta composición de Bach le permitió al conde Kaiserling dormir a pata suelta.
 

Finalmente están los insomnios alegres, aquellos provocados por una gran alegría que no cesa en el interior de la persona aunque la noche haya avanzado. Ivan Illich, citado por Ramón Vera Herrera, proporciona un ejemplo de ello.
                                                                                 

Paulo Freire, educador brasileño exiliado, demostró que se puede enseñar a leer y escribir en seis semanas a un 15 por ciento de los alumnos analfabetos de un pueblo, con menos de lo que cuesta tener un niño en la escuela durante un año.
Freire hace que su equipo prepare para la comunidad con que se va a trabajar una lista de palabras profundamente significativas y que fácilmente se convierten en foco de controversia política. Las sesiones se centran en torno al análisis de esas palabras (...) Nunca olvidaré una noche pasada con uno de esos grupos de campesinos hambrientos. Fue en Sergipe a comienzos de 1964. Un hombre se levantó; luchó por encontrar las palabras y luego expuso brevemente el argumento que trató de elaborar (...) “Anoche no pude dormir... porque anoche escribí mi nombre... y comprendí que yo soy yo... que quiere decir que nosotros somos responsables”.

                                                          
Por cierto, ¡muy buenas noches!

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