Siempre
ha tenido mala prensa; mientras que -por el contrario- la desenvoltura o capacidad
para expresarse ha sido muy estimada.
Ni
se diga en estos tiempos en que cada quien debe ser su propio publicista y por
tanto ser elocuente, comunicativo, se vuelve imprescindible; cuando se divide a
las personas en ganadores y perdedores, en populares y anónimos.
Sin
embargo, de vez en cuando alguien sale en su defensa; es el caso de Rafael
Sánchez Ferlosio
La timidez es un tesoro
tanto en los niños como en los adultos; es la sensibilidad para la distancia,
el sentimiento de que uno no puede adelantarse a pretender saber cómo es el
prójimo, lo que equivale a la conciencia de que se está ante una persona (…)
Cuando
ella falta en el proceso en que dos personas se conocen -continúa Sánchez
Ferlosio- el arrojo puede devenir en agresividad irrespetuosa y aquello se
vuelve “un brutal allanamiento de morada, que cosifica a la persona, por cuanto
queda en realidad ignorada en su condición de tal”.
Y
es así que vamos a dar con el vínculo entre timidez y respeto de los tiempos,
volveremos al punto.
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