Hay expresiones que van por
allí invariablemente unidas, no se comprenden las unas sin las otras. Álex
Grijelmo da algunos ejemplos de ello.
Algunas
palabras son parejas de hecho. Van de, dos en dos, inseparables, y se atraen
como imanes, compatibles de gran fuerza.
Aplausos atrae mucho a cálidos, se llevan muy bien. Ovación se ha enamorado de cerrada; hincapié se hace acompañar de especial;
siempre el verbo buscar sale de paseo
con desesperadamente; mal tiempo es novio de reinante; a la palabra dinero se la ve mucho por las fiestas en
compañía de fuerte suma; hotel no vale nada si no es céntrico; y no hay un reto que no esté ligado con difícil.
Así,
el discurso del conferenciante fue acogido con “cálidos aplausos”; la faena del
torero fue recibida con una “cerrada ovación”; el ministro hizo “especial
hincapié” en esa cuestión; el Betis “buscó desesperadamente” el empate; la
etapa fue muy dura por el “mal tiempo reinante”; el yate costó una “fuerte suma
de dinero”; y el nuevo ministro se enfrenta a un problema “difícil y complicado”.
Será
muy original quien hable, por ejemplo, de “aplausos copiosos”, “ovación
atronadora”, “hincapié” a secas (pues el hincapié siempre es especial), quien “busque
con denuedo” a alguien, quien pague “mucho dinero”, quien se reúna en un “hotel
suburbial” y que “afronte un problema simple y llanamente” (pues los problemas
si no son complicados no son problemas ni nada).
Y hay
más palabras imantadas: pertinaz y sequía, incendio y pavoroso, eminentemente y práctico, espectáculo y dantesco... Cuán difícil es resistirse a
su fuerza. Pero hay que separarlas en bien de la higiene estilística. De tanto
tiempo juntas, acaban oliendo un poco.
La
lista podría seguir: “derroche de creatividad”, “hacer caso omiso”, “corrió
como reguero de pólvora”, “lo persiguió a sol y a sombra”, “una pertinaz
llovizna”, “irle a la zaga”, “sinceras condolencias”, “estar a la altura de las
circunstancias” (por cierto, ¿cuál será la altura de las circunstancias?). Hay
palabras asociadas que aluden a cuestiones de medida como “dar el ancho” y “no
cabe la menor duda”.
Por
cierto que tal vez debido al clima de inseguridad que vivimos, en tiempos
recientes cada vez con más frecuencia “me asaltan dudas”.
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