jueves, 7 de mayo de 2020

Lengua y discriminación


Hasta no hace mucho tiempo se encargaba a la escuela en general, y a los docentes en particular, que se convirtieran en instrumentos de castellanización de las poblaciones indígenas con la prohibición terminante que niñas, niños y adolescentes se expresaran en sus lenguas nativas. Todo esto iba acompañado de un sentimiento de cruzada patriótica y una mirada cargada de beneficencia, con la convicción que de esa manera se hacía frente “al problema indígena”.

Muchos son los testimonios actuales de quienes evocan el tiempo en que eran castigados en la escuela –y en ocasiones en la propia casa- por hablar en lengua. Era raro que alguien se interesara en aprender las lenguas indígenas y por lo general la propia familia desaconsejaba esos intentos, tal como le sucedió a Augusto Roa Bastos: “(…) uno de los prejuicios equivocados de mi padre fue prohibirme que aprendiera el guaraní”.

Hubo que esperar mucho tiempo para que las cosas cambiaran, tal como lo refiere Dan Collyns en su artículo “Una voz quechua en la TV peruana”, en el Suplemento Ñ de Clarín el 7 de enero de 2017.

Por primera vez en la historia de Perú, un noticiero nacional fue trasmitido completamente en quechua, la lengua indígena del imperio incaico, que todavía hablan unos cuatro millones de peruanos.
Denominado Ñuqanchik, que significa “todos nosotros” en quechua, el noticiero diario lanzado esta semana está dirigido a los hablantes de la lengua que algunos historiadores rastrean hasta las primeras civilizaciones del Perú, hace 5.000 años. (…)
Aproximadamente un 13% de los peruanos habla quechua con fluidez, aunque el uso disminuyó a través de generaciones, ya que muchos padres deliberadamente no les enseñaban el idioma a sus hijos, temiendo que pudieran ser rechazados o blanco de las burlas por utilizarlo. No obstante, con alrededor de ocho millones de hablantes en aquellas partes de Perú, Ecuador, Bolivia, Colombia, la Argentina y Chile que alguna vez estuvieron dominadas por los incas, el quechua, en todas sus variantes regionales, sigue siendo la lengua indígena más hablada en las Américas.
En Perú, los estudios indican que mientras cuatro millones hablan quechua con fluidez, hasta diez millones –lo que representa alrededor de un tercio de los peruanos- comprende algo de la lengua.

Y como era de esperarse de acuerdo a los señalado anteriormente, el quechua también tiene su historia de discriminación; continúa Collyns

Aunque se convirtió en una de las lenguas oficiales de Perú en 1975, “el quechua era sinónimo de rechazo social, y por ende, se transformó en un sinónimo de discriminación”, afirmó Hugo Coya, director del Instituto de Televisión y Radio de Perú, y una fuerza impulsora detrás de la iniciativa. “¿Por qué no se hizo esto antes [la transmisión del noticiero en quechua]? Me avergüenza tener que responder esa pregunta –comentó-. Con frecuencia los hablantes no querían admitir que hablaban quechua para ser aceptados por la sociedad hispanoparlante”.

Concluye la nota dejando en claro que el vínculo entre discriminación y lengua no constituye un tema del pasado. “Los hablantes de quechua están representados de manera desproporcionada entre los pobres del país: de los peruanos sin acceso a los servicios sanitarios, el 60% habla quechua, de acuerdo con el estudio del Banco Mundial del año 2014”.

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