viernes, 31 de julio de 2020

Un restaurante de altura


Hay quienes dicen que no se deben formular situaciones a las que uno nunca accederá porque es una forma de decretarlo (variedad de lo que se conoce como profecía autocumplida). Desoiré sus consejos al afirmar que me voy a referir a un lugar al cual jamás podré acceder (y entre nosotros, como que tampoco se me antoja). Se trata de un restaurante del que Yuriria Iturriaga nos ofrece el perfil.

Si hay un restaurante emblemático en Francia éste es sin duda la Tour d’Argent (Torre de Plata), fundado en el siglo XVI a la orilla del río Sena, en el barrio V de París. Original por haber situado sus salones en el sexto piso del edificio de este modo ofrecer a sus 100 lugares una vista incomparable de los contrafuertes posteriores de la catedral de Notre Dame y la isla de la Cité, fue fundado en 1582 por el gran chef Rourteau bajo el nombre L’Hostellerie de La Tour d’Argent, en una torre de estilo Renacimiento recubierta de lajas de piedra de filosilicato cuyo efecto brillante metálico le dio el nombre.

Hagamos un paréntesis para acotar que, según Jean-François Revel, en este caso también se cumple aquello de que los nombres llegan después que las realizaciones.

La palabra “restaurante” aparece por primera vez, o una de las primeras veces, en un decreto del 8 de junio de 1786 que autoriza a mesoneros y “restauradores” a recibir gente en sus salas y a dar allí comida.

Desde siempre los clientes de la Tour d’Argent -continua Iturriaga- fueron personas muy conocidas en los círculos sociales tanto de la política como de la cultura.

El rey Enrique IV de Francia fue un cliente habitual que gustaba de los platillos hechos con piezas de caza y Luis XIV, el Rey Sol, acudía desde Versalles con su corte. Richelieu comía ahí oca con ciruelas, aunque no se le debe a éste, sino al duque del mismo apellido, el platillo llamado boeuf Richelieu, producto de una treintena de recetas hechas cada una con un buey entero.
Madame de Sevigné tomaba chocolate en esos salones mientras escribía sus famosas cartas a su hija (…)

Claro que con la Revolución Francesa se alteraría la vida de tan selecto lugar que posteriormente seguiría prestando (bueno, es una forma de decir) servicio.

(…) y, aunque durante la Revolución Francesa este famoso establecimiento –inalcanzable para la mayoría de los parisinos- fue saqueado por huestes revolucionarias y estuvo cerrado largo tiempo, al ser reabierto también fue frecuentado por clientes como George Sand, Alfredo de Musset, Alejandro Dumas y Honorato de Balzac...

La crónica de Yuriria Iturriaga nos permite conocer que el recinto cambió de dueños en diversas ocasiones.

En 1890 fue comprado y reabierto por el maître de hotel, Frédéric Delair, quien inventó el platillo que se volvería tan célebre en el mundo como el propio restaurante: el canard a l’orange (pato a la naranja) numerado rigurosamente desde que, se dice, el primero fue servido al zar Alejandro III de Rusia cuando estuvo en París para inaugurar el puente sobre el Sena que lleva su nombre. Por cierto que en 2003 fue servido el pato con el número un millón.
Después de la Primera Guerra Mundial, durante la cual estuvo cerrada la Tour d’Argent, el nuevo propietario, André Terrail, le regresó su brillo con chefs notables y recibió clientes como Marcel Proust, Salvador Dalí y la nobleza y burguesía europeas y estadunidense. En 1933 obtuvo las preciadas tres estrellas Michelin y poco después añadió al antiguo edificio un sexto piso con ventanales. Su hijo Claude tuvo la precaución de construir un muro en la cava para encerrar 500 mil botellas de vino y licores, justo antes de que el estado mayor nazi se apropiara del restaurante en 1940. Luego se alistó en la división del ejército de resistencia comandado por Leclerc y al final de la Segunda Guerra tomó la dirección del famoso restaurante (...)

Me desdigo de lo señalado al inicio: aceptaría con mucho gusto la invitación a brindar con una de las 500 mil botellas (que alguna debe quedar) dando razón al conocido dicho de que “hombre prevenido vale por dos”.

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