Tras varios meses de ausencia,
hace unos días regresé al club que reabrió sus puertas con las debidas medidas
sanitarias y aforo restringido, tal como lo indican los protocolos vigentes en
la actual situación.
Mucho me alegró poder retomar
la poca actividad física recomendada a esta edad provecta (dicho sea esto con
las reservas del caso, dado que la expresión se refiere a quien alcanzó la
madurez…), así como el reencontrarme con los pocos amigos y muchos conocidos con
quienes allí coincido.
En los clubes, el vecindario
se organiza por la zona de vestuario en la que uno se ubica habitualmente. Y
allí hay colegas que uno tiene vistos desde hace años y sin embargo no ha
intercambiado más que un “buen día” o un “hasta mañana”.
Pues bien, llego a cambiarme y
me encuentro con uno de estos conocidos tan desconocidos a quien visiblemente se
le desacomoda el rostro, pero no interrumpe la plática en la que estaba
enfrascado con otro socio.
Me mira con extrañeza y, de
manera súbita, pone punto final a aquel diálogo que aun tenía futuro.
Así fue como sin preámbulos declaró
inaugurado el primer intercambio que hemos sostenido en décadas:
-Disculpe, ¿usted no es
uruguayo? -preguntó
-Sí.
-Es que… es que… es que andan
diciendo que al uruguayo que venía desde hace años al club y que se cambiaba en
esta fila, le dio COVID y se… y se… y se… murió.
-¡Ah, caray!... Hasta ahora no
me enteré por lo que creo estar en condiciones de desmentir tal información…
-¡Qué bueno que lo veo y que
está bien! Le voy a avisar a mis compañeros para que ya se dejen de andar
diciendo pendejadas…
-Muchas gracias, se lo
agradezco.
-Hasta mañana.
-Hasta mañana.
6 comentarios:
Ay!!! Gerardo!!! Quiero imaginarme las caras en el relato!!!
Il morto Qui parla
Il morto Qui parla
Acá en Punta del Este se comenta mucho la súbita muerte del mexicano que trillaba La Mansa...
Qué bueno!
Lo disfruté.
Diablos!!!! Jamás me imaginé que un muerto me traería una deliciosa cajeta desde Uruguay!!!
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