miércoles, 22 de marzo de 2023

De cuando la defensa se vuelve virtud

 

Leer las crónicas y reseñas de Wislawa Szymborska permite aproximarse a temas que hasta entonces eran desconocidos. Tal es lo que me aconteció en relación a los votos matrimoniales de castidad.  De acuerdo con Szymborska se trata de un recurso al que recurrían muchas mujeres en el medioevo.

Por favor, no rían, después de todo era el único acto de voluntad propia de que gozaban, el cual debía respetar también el marido bajo la amenaza del fuego eterno. Era la única manera de evitar las consecuencias de una vida conyugal desgraciada y conservar algún derecho sobre sí mismas…

Incluso hubo quienes -según la misma autora- adoptaron una posición aún más radical.

Salomé von Berg tomó el velo de viuda nada más casarse y lo llevó de manera provocadora en presencia de su desconcertado (y vivo) marido Koloman. Después se convertiría en santa, pero el martirio de Koloman, quien tuvo que compartir durante muchos años con la viuda el mismo dormitorio (porque separados no había), quedó sin premio.

Concluye Wislawa Szymborska: “Así eran las victorias de las sufragistas de por entonces, claro, si no se las arreglaban para encerrarlas de inmediato en un convento, ya fuera por estos u otros motivos”.

No hay comentarios: