jueves, 7 de noviembre de 2013

Cuando el revisionismo apunta a los refranes


Los refranes están revestidos de un aire de infalibilidad que, cuando menos en muchos casos, les queda demasiado grande. Es por ello que diversos autores proponen una mirada crítica sobre algunos enunciados del saber popular.

Noel Clarasó recuerda que Hemingway cuestiona el proverbio “dime con quién andas y te diré quién eres” y que en su argumentación propone el siguiente ejemplo: “Los once amigos de Judas eran todos irreprochables, y ya sabéis él lo que hizo.” Añade Clarasó que cierto humorista se permitió modificar el dicho: “Dime con quién andas y te diré quién te acompaña.”

Por su parte Paul Tabori busca desmentir al proverbio turco que afirma: “Si Alá te da autoridad, también te dará la inteligencia necesaria para que sepas mandar”. Concluye Tabori: “Como muchos proverbios, éste es al mismo tiempo peligroso y falso. Por lo que se refiere a la burocracia, la adquisición de autoridad muy frecuentemente determina la pérdida de la inteligencia, la atrofia de la mente y un estado crónico de estupidez.”

Para Jorge Ibargüengoitia el dicho de que “al que madruga Dios le ayuda” carece de fundamento histórico y a este mismo respecto Perich sostiene que “las empresas han tenido que colocar un reloj marcador a la entrada, porque con eso de la libertad religiosa hay mucho ateo entre los obreros”.

El conservadurismo se hace presente en el decir popular; Fernando Mirza alude a ello.

Incluso en nuestro idioma un refrán es testigo sonoro de lo profundo que está arraigado en nuestra cultura la invitación a evitar el riesgo que supone lo nuevo: “más vale mal conocido que bien por conocer”. Nuestra inteligencia debería haberse indignado mil veces con este refrán.

También hay afirmaciones populares discriminadoras como la que limita las posibilidades en el sentir de quienes tienen problemas de visión. En relación a ello Gustavo Fierros señala que “(...) en el más sólido reino del prejuicio, un difundido e inapelable refrán otorga a la mirada los derechos de la pasión: ‘Ojos que no ven, corazón que no siente’.”

Acerca de que “perro que ladra no muerde”, Luis Melnik sugiere no olvidar que “hay quienes recomiendan tener cuidado, porque suele ocurrir que el perro que ladra no muerde... mientras ladra”.

Y ya que hablamos de perros no olvidemos a los gatos. El de la voz en este caso es Max Aub para quien el dicho de “pasar gato por liebre” que tiene tan mala fama, en realidad alude a un negocio del modelo ganar-ganar.

¿Qué mejor y más provechoso que vender gato por liebre? ¿Quién pierde? ¿El gato? No, que pasa por liebre. ¿La liebre? No, que sigue viviendo, gracias a la treta. ¿El que se lo come? Tampoco, que se figura comer liebre y la saborea como tal. ¿El que la vende? Menos, que gana por lo menos doble.

En otro orden de cosas Antonio Muñoz Molina cuestiona duramente el uso que se ha dado a un refrán de connotación religiosa.

A Dios rogando, dice un refrán terrible, y con el mazo dando, y yo siempre que lo oigo me estremezco al pensar que el mazo siempre acaba dando en la cabeza de alguien, y que el fragor público y amenazante de ciertas oraciones deja siempre un rastro de descalabrados y descabezados, de infieles o herejes a los que es lícito exterminar, o que por lo menos no merecen la protección de la misericordia divina. El mazo, el hacha, la hoguera, la espada de filo herrumbroso, el fusil automático, la lluvia de azufre o de radiactividad, no han dejado de flagelar a los seres humanos en el nombre de Dios desde hace milenios. Da la melancólica impresión de que el único progreso irreversible es el de las técnicas de exterminio, o el de la difusión de las exhortaciones a la matanza, que antes se hacían a gritos roncos en las plazas, y ahora se multiplican en teléfonos móviles y en conexiones vertiginosas de Internet.
Dios nos coja confesados, sobre todo a los que, como decía Luis Buñuel, son ateos por la gracia de Dios.
 
Por último pocos refranes tan políticamente incorrectos como el de “matar dos pájaros de un tiro”. ¿De qué se trata?, ¿de ahorrar en balas o cartuchos? No cabe duda que dicha afirmación debe contar con muy poca simpatía por parte de los movimientos ecologistas.                                

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