martes, 14 de noviembre de 2017

El sabotaje de los ratones (blancos)


Antes que nada vayamos al origen de la palabra sabotaje, de lo que nos informa Homero Alsina Thevenet.
En Holanda fueron populares y necesarios los zapatos de madera (a veces de cuero con base de madera), utilizados para trabajar en la tierra o en pantanos. Esos zapatos son conocidos en español como zuecos y en italiano como zoccoli. Pero en Francia y en Inglaterra se les dio el apelativo de sabots, palabra cuya etimología parece ser la misma de zapato. Por extensión, llegó a darse también el nombre de sabots a los durmientes de madera dura en que se apoyan las vías del ferrocarril. 
Hasta que llegó el momento en que el devenir de las palabras se une con el acontecimiento histórico. Continúa Alsina Thevenet
Fue justamente en una huelga ferroviaria francesa, hacia 1910, que los obreros en conflicto iniciaron la práctica de aflojar los tornillos con que los rieles quedan sujetos a los sabots. La obvia intención era provocar descarrilamientos de trenes. El procedimiento fue rotulado como sabotaje, nombre que después se dio a muchas otras operaciones de intención similar, con o sin ferrocarriles. En la actualidad, se denomina sabotier a quien fabrica zuecos y saboteur a quien fabrica sabotajes. 
Los sabotajes han sido utilizados por diversas ideologías y en formatos muy diferentes. Uno que fue muy peculiar tuvo a Goebbels como autor intelectual (sic). Fue en ocasión del estreno de la película antibélica Sin novedad en el frente; las polémicas sobre el film ocasionaron enfrentamientos entre nazis y comunistas. Francisco Uzcanga Meinecke da cuenta de lo sucedido.
El escritor y dramaturgo austríaco Arnolt Bronnen y su mujer Olga Förster-Prowe  (…) [interrumpieron] el estreno de la película antibélica Sin novedad en el frente lanzando ratones blancos a los espectadores. La acción formaba parte de los actos de sabotaje ordenados por el íntimo amigo de la pareja, Joseph Goebbels, ideólogo de la Revolución Nacional que culminaría en el Tercer Reich. 
La película fue estrenada en 1930 y está basada en la conocida novela homónima de Erich Maria Remarque. Tomamos de Wikipedia una breve reseña de la misma.
Un grupo de jóvenes amigos son persuadidos por un profesor que los invita con un discurso patriótico y nacionalista a unirse al ejército alemán en defensa de su país. Entusiasmados, los jóvenes se alistan no sabiendo lo que les esperaba. Al tiempo de su entrenamiento los llaman a combatir al frente, al vivir la experiencia constataron que la guerra no es más que hambre, fatiga, miedo, dolor y muerte. Entra en juego la desilusión. El rencor, la lucha, los miedos, el hambre, y el poder reconocer que la idea que tenían de la guerra no era más que la ilusión.
La trama sigue a este grupo y de cómo pasan del idealismo a la desilusión.
El argumento no podía ser del agrado de los nazis y el sabotaje de los ratones fue un pequeño anuncio de la gran tragedia que ya se estaba desencadenando.

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