martes, 4 de junio de 2019

Mercedes Pinto/4


En el artículo anterior, siguiendo el análisis de Raquel Capurro, nos centramos en la confluencia de la novela “Él” de Mercedes Pinto con su propia vida.

A mediados del siglo XX, en una de esas coincidencias improbables de la vida, la escritora y Luis Buñuel se encuentran en México. El cineasta se interesó por la novela y logran el acuerdo que permite llevarla al cine. Pudiera ser que Buñuel se sintió reflejado en los celos de Francisco, el protagonista, tal como parecería haber admitido según la nota de Wikipedia.

“Quizá es la película donde más he puesto yo, hay algo de mí en el protagonista”, son las palabras textuales de Buñuel sobre la película, que calificó como su favorita.

Lo anterior parece confirmarse en el testimonio de Jeanne Rucar, su esposa durante 50 años, quien da cuenta de ello en sus Memorias de una mujer sin piano; a manera de ejemplo –afirma- en una ocasión “Luis me dijo: ‘No es decente Jeanne, se te ven las piernas’, y dejé de hacer gimnasia…”. Por su parte Elena Poniatowska cuenta que en una conversación ella le preguntó: “¿Viste la película Él con Arturo de Córdova? Bueno, pues ése es Luis”.

Otras opiniones sostienen que Buñuel pudo haberse inspirado, además de en la novela de Mercedes Pinto, en Pedro García de Orcasitas -marido de su hermana Conchita- quien también parece haber tenido algunos rasgos paranoicos. Asimismo hay quien afirma que durante cierto tiempo Buñuel pasó bastante miedo pues el protagonista era copia de un militar vecino suyo, paranoico y violento.

El rodaje de la película –de acuerdo a datos obtenidos en Wikipedia- fue muy breve, dio inició el 24 de noviembre de 1952 y terminó el 27 de enero de 1953 en los estudios Tepeyac. Los papeles protagónicos estuvieron a cargo de Arturo de Córdova (Francisco) y Delia Garcés (Gloria), mientras que la fotografía fue de Gabriel Figueroa.

Se estrenó el 9 de julio en los cines Chapultepec, Lido y Mariscala. Aquello resultó un fracaso total; el público se reía en medio de aquel drama. Esto no debe haber asombrado a Buñuel ya que algunas escenas de celos de Francisco eran tan extremas que –me contaba mi amigo, el actor José Carlos Ruiz- durante la filmación Arturo de Córdova protestaba: “¡Don Luis, el público se va a reír!” A lo que Buñuel replicaba: “No se preocupe, eso es lo que quiero”.

"Si duró tres semanas en la sala, se debió al nombre de Arturo de Córdova, que ocupaba mucho cartel" según palabras del propio Buñuel. A pesar del fracaso que tuvo en su tiempo, la película Él es considerada como una de las obras maestras de Luis Buñuel.

En Wikipedia encontramos otro dato de interés, que parece fidedigno ya que Raquel Capurro también lo mencionó.

Lacan proyectó la película en la Escuela de Psicopatología de París, bajo el título: “El estudio científico de un psicópata”. “Lacan dijo que si queríamos saber, y aprender mucho, acerca de la neurosis obsesiva… debíamos leer el historial clínico del hombre de las ratas. Uno de los psicoanálisis freudianos más importantes. Pero… si queríamos saber, y aprender mucho, acerca de la paranoia dijo que debíamos ver la conocida película de Buñuel Él. 

También encontramos en Wikipedia otros apuntes que añaden mayor información acerca del contenido del film.

En esta película, Buñuel demuestra sus obsesiones más evidentes como son la religión, escenas de campanarios e iglesias, o su gusto por la entomología (…) 
Y sobre todo, la obra desprende un gran fetichismo, como los planos de los zapatos de Gloria (Delia Garcés), son más que evidentes. Otra obsesión de Buñuel es, por ejemplo, la escena en la cual Francisco entra en el dormitorio de Gloria con una cuerda, una aguja, hilo y una hoja de afeitar, lo que pretende Francisco es coserle la vagina para comprobar que le es fiel. En la película Buñuel no olvida su legado surrealista y es el propio delirio de Francisco (sobre todo en la última escena) el surrealismo de la película. (…)
En la película, Buñuel hace numerosos movimientos de cámara en espacios muy cerrados: la casa, el compartimento del tren, la iglesia, el monasterio, dando una sensación agobiante. Los escenarios, hechos por Edward Fitzgerald se rodaron todos en un estudio, exceptuando algunas escenas que se filmaron en exteriores.

Cabe acotar que se han publicado diversos libros (mismos que no hemos tenido oportunidad de consultar) sobre la vida de Mercedes Pinto, entre ellos: Alicia Llarena González. “Yo soy la novela: vida y obra de Mercedes Pinto”. Santa Cruz de Tenerife, Cabildo de Gran Canaria, 2003; Juan José Armas Marcelo. “Mercedes Pinto, una sombra familiar”. Santa Cruz de Tenerife, Tauro-Ministerio de Cultura, 2009 y Raúl Ronzoni. “Mercedes Pinto. Indómita y seductora…” Montevideo, Fin de Siglo, 2013.

Para concluir digamos que Mercedes Pinto –quien casi hasta el final de su vida colaboró en el suplemento Jueves de Excélsior- murió en la ciudad de México el 21 de octubre de 1976, a la edad de 93 años. Los versos que le dedicara su amigo el poeta Pablo Neruda son parte del epitafio en su tumba del Panteón Jardín.

A Mercedes Pinto.

Mercedes Pinto vive en el viento
de la tempestad, con el corazón
frente al aire
enérgicamente sola. 

Urgentemente viva.
Segura de aciertos e invocaciones,
temible y amable en su trágica
vestidura de luz y llamas.
              Pablo Neruda

  
Mercedes Pinto
12 oct. 1883 – 21 oct. 1976
Con el amor de sus hijos,
Ana María y Mercedes
de Foronda y Pinto
Rubén y Gustavo Rojo Pinto

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