miércoles, 29 de abril de 2020

Consejero espiritual


La expresión ha caído un poco en desuso pero en los ámbitos confesionales sigue existiendo la figura del consejero espiritual. En el ámbito católico, por supuesto que no es privativo de él, se trata de aquel sacerdote en quien se tiene mucha confianza para ayudar a dirimir los dilemas que el vínculo fe y vida presenta permanentemente.

El curioso acontecimiento lo narra el padre Carlos G. Vallés.

La hermana Vándana, religiosa india que se dirigió muchos años espiritualmente con el conocido P. Anthony de Mello, le consultó una vez una situación concreta de conciencia y le pidió consejo.

La respuesta fue contundente.

El P. Tony se lo dio con la claridad y autoridad con que acostumbraba.

Sin embargo, esto causó desasosiego en la religiosa.

Ella se sorprendió al oír su consejo, y le dijo: “Es extraño. Hace algunos años le consulté esa misma situación a mi padre espiritual de entonces, y me dio la respuesta contraria”.

El sacerdote jesuita no se sintió interpelado por ese desacuerdo de opiniones y no tardó –continúa Vallés- en expresar su desagrado.

Tony la interpeló con su viveza característica: “¿Y quién era ese imbécil?”

El final del desencuentro entre los distintos consejeros espirituales resultó inesperado.

Y la religiosa, señalándolo traviesamente con el dedo le contestó sencillamente: “Eras tú mismo”. Y ambos se rieron.

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