miércoles, 23 de septiembre de 2020

Un paréntesis en el ánimo

 

Hay días que se ponen difíciles; muy mucho, en el decir de tantos. Hoy es uno de ellos.

Escucho el programa mañanero de noticias en que se presentan testimonios escalofriantes. Enseguida evoqué un texto de Juan José Millás que leí hace un tiempo, lo busqué y aquí está.

Conviene partir del hecho de que no hay solución. Para nada. No hay solución para nada. La vida no tiene solución, la vida no es un problema del que conoces unos datos de los que debes deducir otros. Una vez que aceptas ese hecho, que no hay solución, te hacen menos daño las atrocidades que contemplas a diario. No hay solución, te dices. Buenas noches.

Cuando lo leí me sentí muy lejos de su punto de vista. Ahora me identifico con él.

Confío que mañana me vuelva a sentir lejos.

¡Qué digo mañana, ojalá y sea al rato!

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